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JUICIO POR EL «CASO BATERAGUNE»

Otegi cumplirá el martes 700 días de cárcel por su apuesta política

Arnaldo Otegi, Sonia Jacinto, Miren Zabaleta y Arkaitz Rodríguez cumplirán el martes 700 días de cárcel desde que el 13 de octubre de 2009 la Policía española tratara de abortar con su detención el debate abierto en la izquierda abertzale, que ha dado lugar a una apuesta política y de acumulación de fuerzas que ahora -como hizo ayer el lehendakari, Patxi López- se plantea que pueda incluso a llegar a ser la vencedora en las próximas elecciones del 20 de noviembre.

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Iñaki IRIONDO | GASTEIZ

El 13 de octubre de 2009 decenas de agentes de la Policía española entraban en la sede del sindicato LAB en Donostia, donde detenían a Arnaldo Otegi, Rafa Díez Usabiaga, Rufi Etxeberria, Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto. En otros puntos de Euskal Herria eran arrestados Mañel Serra, Miren Zabaleta, Amaia Esnal y Txelui Moreno. Otegi, Díez, Rodríguez, Jacinto y Zabaleta ingresaron en prisión, de donde el ex secretario general de LAB salió en libertad en abril de 201o.

Por lo tanto, el próximo martes cumplirán 700 días (un año y once meses) de cárcel, acusados de tratar de reorganizar Batasuna e incluso de «buscar treguas», todo ello bajo la impu- tación genérica de «pertenencia a organización terrorista». En el juicio -que quedó visto para sentencia el pasado día de San Fermín- el fiscal acabó pidiendo diez años de cárcel para Otegi y Díez, nueve para Miren Zabaleta, y ocho para Arkaitz Rodríguez y Sonia Jacinto.

Frente a estas acusaciones, la impresión general desde el momento de la operación firmada por Baltasar Garzón fue que los arrestados estaban preparando un cambio estratégico de la izquierda abertzale en favor de las vías políticas y democráticas para la consecución de sus objetivos, y por acabar con el empleo de la violencia. Un cambio que trató de evitar el Gobierno español con el uso de la fuerza.

Como dijo Arnaldo Otegi durante el juicio en el interrogatorio del fiscal: «Usted ha defendido aquí su tesis y yo la mía, pero hay una diferencia, en estos dos años ha pasado lo que nosotros decíamos, no lo que usted dice».

Dos años decisivos

Cuando los dirigentes independentistas fueron detenidos, habían puesto ya en marcha un debate en el seno de la izquierda abertzale que ha llevado a este sector político a un importante giro estratégico. Según explicó Arnaldo Otegi en el juicio, los documentos se distribuyeron por internet «solo cuatro horas» antes de la operación policial.

Estos casi dos años en los que las autoridades españolas mantienen en prisión a Otegi, Jacinto, Rodríguez y Zabaleta han resultado decisivos en el esce- nario político vasco y cabe calificarlos, sin lugar a dudas, de históricos.

La izquierda abertzale ha hecho una apuesta incuestionable por el uso exclusivo de las vías pacíficas y democráticas en su actividad política, a lo que se ha unido una actitud activa en favor de la unidad de acción con otras formaciones abertzales y soberanistas. Todo ello tuvo su plasmación en la resolución «Zutik Euskal Herria», que recibió el refrendo internacional a través de la Declaración de Bruselas, suscrita por importantes personalidades, incluidas cuatro Premios Nobel de la Paz.

Entre tanto, ETA decretó un alto el fuego general, permanente y verificable, al tiempo que ha puesto fin al cobro del llamado «impuesto revolucionario».

En junio de 2010 la izquierda abertzale firmó un acuerdo estratégico con Eusko Alkartasuna. Y en enero de 2011, junto con Alternatiba, suscribieron el documento «Euskal Herria Ezkerretik», importante embrión de futuro.

La creación de Sortu, con su apuesta inequívoca en contra de la violencia, se vio cortacircuitada por la intervención del Gobierno español y del Tribunal Supremo. La posibilidad de que la izquierda abertzale pueda contar con una sigla legalizada está ahora a la espera de que el Constitucional tome una determinación sobre el recurso presentado.

Sin embargo, la falta de un partido legal no frenó la unidad de acción impulsada por las bases de la izquierda abertzale. Bildu, la coalición que reunió a EA, Alternatiba e independientes, obtuvo un éxito histórico en las elecciones municipales y forales del 22 de mayo. Y una alianza abertzale y de izquierdas, a la que se ha sumado también Aralar, se prepara para concurrir a los comicios a las Cortes españolas del 20 de noviembre. Sobre las expectativas que se abren en cuanto a sus resultados, baste recordar que han forzado a UPN y PP a superar su traumático divorcio y que ayer el lehendakari, Patxi López, declaraba que no llegará a ser la primera fuerza política vasca, «a no ser» que entre el resto de partidos le hagan «la campaña».

Más cárcel

Mientras todo esto ocurría en el exterior, Arnaldo Otegi, Arkaitz Rodríguez, Miren Zabaleta y Sonia Jacinto han seguido en la cárcel.

En el caso de Otegi, su larga trayectoria política ha estado jalonada de detenciones, torturas y encarcelamientos. Primero cumplió la práctica totalidad de una condena de seis años y un día por militar en ETA. Después, desde 2006, ha estado en prisión por declaraciones y actos políticos. Ahora, junto a sus compañeros, espera el veredicto de este caso.

Un juicio aprovechado para hacer apología de las vías democráticas

Los ocho militantes independentistas acusados en el «Caso Bateragune» fueron juzgados en Madrid entre el 27 de junio y el 7 de julio. Varios de los imputados -y en especial Arnaldo Otegi- aprovecharon las sesiones para explicar las bases del nuevo rumbo tomado por la izquierda abertzale. Acusados y algunos de los testigos hicieron ante el tribunal una verdadera apología tanto de sus convicciones independentistas como del uso de las vías democráticas para conseguir la emancipación.

En la primera sesión, Arnaldo Otegi ya dejó claro que los impulsores del debate habían llegado a la conclusión, después aceptada mayoritariamente por las bases, de que «la utilización de la violencia y su amenaza en conflictos políticos, lejos de solucionar los problemas, los enquista». Las declaraciones del líder independentista tuvieron un amplio eco en la mayoría de los medios de comunicación.

En la jornada siguiente fue uno de los testigos quien tomó el relevo de Otegi. Se trató de Rufi Etxeberria -detenido en la misma redada aunque luego puesto en libertad- quien señaló que el núcleo del debate vivido en el seno de la izquierda abertzale fue el de «ruptura o continuidad». Etxeberria, con un largo historial militante, explicó al tribunal que «fue el debate más importante que he vivido en mi trayectoria política. Por primera vez en la historia de la izquierda abertzale, las bases tomaron una posición sobre ETA».

Etxeberria añadió una consideración sobre los juzgados: «Son las personas clave para la nueva situación en este país». Esta idea fue defendida también por más testigos, como dirigentes de ELA y de Eusko Alkartasuna, además de por las defensas.

En la última jornada, Arnaldo Otegi volvió a tomar la palabra para decir que «estamos orgullosos de haber hecho virar este trasatlántico». Y pidió «que nadie abandone el camino que hemos emprendido». Concluyó con una coletilla reiterada en sus entrevistas desde la cárcel: «Sonrían, porque vamos a ganar». I.I.

sentencia inminente

El juicio por el denominado «Caso Bateragune» quedó visto para sentencia el pasado 7 de julio. Se espera que en los próximos días, quizá a finales de la semana que viene, se haga pública la sentencia.

El PSE pide una sentencia que se atenga a la «realidad social»

El PSE ha presentado una enmienda en las Juntas Generales de Gipuzkoa en la que solicita que la sentencia sobre el «Caso Bateragune» tenga en cuenta «la realidad social del tiempo» en el que «la legalidad va a ser aplicada». La iniciativa ha sido explicada por sus promotores como una sugerencia en favor de la absolución.

Ante una propuesta original en contra del juicio presentada por Aralar a finales de junio cuando se estaba desarrollando la vista oral, el grupo juntero encabezado por Rafaela Romero ha respondido con esta enmienda, que cuenta con el aval del partido en Gipuzkoa y que ayer recibió la «bendición» del portavoz del PSE, José Antonio Pastor. En una entrevista en Radio Euskadi, Pastor declaró que «este es un caso que se inició en su momento y que ahora está en unas circunstancias distintas». Señaló que lo que se recoge en la enmienda es «algo parecido a lo que han dicho los jueces en los anteriores casos en los que el señor Otegi ha sido juzgado y absuelto, y las consideraciones que se hacían en la sentencia han sido de ese tipo».

La enmienda del PSE, que será debatida el día 22 de este mes, recoge textualmente la petición de que «la Audiencia Nacional, en el denominado caso Bateragune -en virtud del derecho a la tutela judicial efectiva y a un proceso sin dilaciones indebidas- debiera proceder a dictar sentencia a la mayor brevedad posible, ponderando, entre otras circunstancias, y con el máximo respeto a la legalidad, el criterio hermenéutico de atención a la realidad social del tiempo en el que dicha legalidad va a ser aplicadas».  I.I.

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