Igor Antón estaba pletórico. La Vuelta, a la que llegaba como uno de los favoritos y le dio la espalda a las primeras de cambio, le permitió ayer ganar en casa: «Es una bilbainada, ya puedo retirarme tranquilo. La mejor victoria jamás soñada. La he buscado en el Angliru y en Peña Cabarga, y ha sido aquí, y lo he disfrutado con mis amigos y mi familia. Ganar en Bilbao no entraba en mis planes y ha sido realidad. La afición nunca ha estado tan encima de nosotros como hoy -por ayer-. En la subida al Vivero es donde ha estado todo, hasta me han pintado el suelo. Estos días estaba nervioso por esta etapa, que además me ha enseñado que debo perder el respeto por coger fugas como ésta y ganar en llegadas para abajo. Los últimos kilómetros se me han hecho eternos. Una parte importante del triunfo ha sido el gran trabajo que ha hecho Gorka Verdugo antes de la última subida al Vivero».

El corredor de Euskaltel explicó que la primera semana lo pasó fatal y esta victoria borra los sinsabores. «Etapa 19, llegaba con las fuerzas justas y... Esto es muy especial, tiene sentimiento. La Vuelta se me complicó mucho desde el principio. Entré en un agujero, pero he sabido darle la vuelta. Después del Giro no me recuperé bien. Tuve una gastroenteritis en Burgos y en la primera semana no me encontré bien. Luego, en el Angliru, acabé supercontento -recordaba-. La hazaña era muy complicada y se lo debía a todo el equipo. He visto la posibilidad, he sacado fuerzas de flaqueza y se me ha puesto la piel de gallina».

En su entorno reinaba el optimismo. Su director deportivo Gorka Gerrikagoitia lo definió como una recompensa: «Todo el mundo mirándonos a nosotros, esta es la victoria más bonita, incomparable. Sabía que Igor tenía fuerzas para llegar y así ha sido. Yo le había dicho que su Vuelta acababa aquí, pero vamos a intentar en lo que queda estar en la escapada buena». Miguel Madariaga, presidente del equipo naranja, lo vivió también de cerca. «Los últimos kilómetros son muy duros porque conocemos perfectamente el recorrido. Le hemos visto a Bruseghin muy tocado. La Vuelta nunca ha tenido un final de etapa con tanto público. Esta victoria es la más emocionante y la más importante. Tenemos 300 socios y socias de aquí, la sede está a 15 kilómetros. La Vuelta ha abierto un hueco en la afición. Nadie se esperaba esto, yo sí. Hemos hecho historia».

Marzio Bruseghin, el italiano del Movistar, fue segundo y lo intentó todo «pero Antón iba más fuerte y me alegro de su triunfo. Cuando nos hemos juntado los cuatro hemos trabajado, pero en la última subida iba un poco más fresco que yo. En la primera subida al Vivero no me he desgastado más de la cuenta porque he puesto mi ritmo y subiendo no cambia mucho de ir a rueda o delante. Eso no es lo que me ha hecho ganar o perder la etapa. Por mis características las etapas de cuatro horas se me quedan cortas».

De la misma opinión era Haimar Zubeldia. El del Radioshack consideró que «ha sido una gran etapa. Había mucha gente y se agradece el apoyo que nos han dado. Estoy feliz por el resultado -quinto- y porque Igor Antón ha ganado en casa».

Finalmente, el líder Juanjo Cobo habló de su situación: «Esperábamos los ataques del Sky y hemos respondido bien. El equipo ha estado a la altura. Ahora hay que empezar a pensar en la etapa de mañana -por hoy- y lo que tendremos que hacer para defender el liderato y salvarlo. La idea era conseguir salvar los trece segundos que tengo, y lo hemos logrado».