El equilibrio y el ritmo interno simbolizan la presente edición de la Fira de Tàrrega
Con una oferta más depurada en su selección, amoldándose a los nuevos tiempos y dramaturgias, con una mirada especial al teatro iberoamericano, comenzó la feria de las ferias, que estrena director artístico.
Carlos GIL | TÀRREGA
En las últimas ediciones, la Fira de Tàrrega mantenía una tradición no buscada: los espectáculos inaugurales no alcanzaban las expectativas creadas. Este año se ha logrado inaugurar con un espectáculo circense, «Entrópic», creado por Los Galindos a base de una delicada sencillez que encierra una cuidada elaboración, una perfecta puesta en escena y con una dramaturgia leve pero eficaz. Los números aéreos, o verticales, o colocados a muchos metros de altura para la visualización de los cerca de cinco mil espectadores, conformaron este acto, que fue realmente equilibrado, dulce, agradable, con números de alta calidad, acrobacias, barras chinas, funambulismo, básculas con números asombrosos, todo ello bañado de unas pinceladas poéticas que se engrandecían con una banda en directo realmente cálida y cerrado con unos fuegos pirotécnicos densos, pero cortos. Un gran acierto.
Éste es el espectáculo inaugural oficial, pero como se concentran en cuatro días cientos de representaciones, decenas de espectáculos de todas las condiciones, géneros y características, pudimos ver «Pueden dejar lo que quieran», un trabajo creado por el dramaturgo y director argentino Fernando Rubio para la compañía «Intimoteatroitinerante», con un espacio acotado por numerosas piezas de ropa de todos los tamaños, que se convierten en una suerte de simbolización de la memoria, del legado de los ausentes, de una especie de seña de identidad que ayuda a recorrer unos fragmentos de las vidas de unos personajes espectrales que nos narran de manera coral una desaparición de dos jóvenes en un accidente de automóvil. Inquietante trabajo, infra-actuación como estilo y propuesta estética. Nuevas formas, nueva dramaturgia en todo su sentido.
Son mucho más asequibles, populares, contaminantes de su energía y su capacidad para desmontar lugares comunes y para retorcer los signos, las palabras. Hablamos de Ron Lalá, y su última creación, «Times al tempo», inspirado en el concepto tiempo y todas las maneras que tenemos de nombrarlo, usarlo, de contraponerlo con el espacio, pero todo ello a base de la música, de la actuación paródica, del ritmo interno que no deja un segundo de respiro al espectador. Con la dirección de Yayo Cáceres y el reparto habitual, logran esa comunicación constante y la comunión y complicidad con su audiencia que los caracteriza.
«Karrikan», de Kukai
Volvimos a ver «Karrikan», de Kukai, y su actuación a la una de la madrugada en la central Plaça de les Nacions comenzó con una entrega total del público, enganchando perfectamente con la amplia audiencia, logrando la participación, pero una vez terminada la primera pieza, la segunda mostró su debilidad, su dificultad de entendimiento, y eso enfrió el ambiente, hizo desertar a mucho público que se perdió la tercera parte, que es la que, a nuestro entender, resume el progreso de esta compañía. Son cosas de las ferias, de los horarios, de las circunstancias.
Hubieron muchas más cosas, nuevos espacios habilitados, la Llotja situada en un polideportivo que le dota de mayor comodidad y grandeza, y los cientos de profesionales, junto a los artistas que se funden y confunden con los miles de espectadores ávidos de disfrutar de esta fiesta teatral. Seguimos.
Lugar: Tàrrega, Barcelona.
Fecha: Del 8 al 11 de setiembre.
Feria: Las artes de calle son el eje de la programación, una apuesta por la diversidad de disciplinas, donde predomina la teatralidad, la voluntad de dramaturgia y de diálogo.