PROPUESTA DE OBAMA CONTRA EL PARO
Obama lanza su plan de empleo sin aclarar cómo lo finaciará
Barack Obama depende del Partido Republicano para dar luz verde a su plan de estímulo económico y contra el desempleo. La propuesta, lanzada el jueves en Washington, incluye un paquete de medidas de recortes fiscales e inversión en obras públicas que busca atajar el 9% de paro que sufre EEUU. Lo que no ha aclarado el inquilino de la Casa Blanca es cómo financiará los 450.000 millones de dólares que costará su iniciativa.
GARA | WASHINGTON
El presidente de EEUU, Barack Obama, presentó ayer su plan de choque para estimular el crecimiento económico y promover la creación de empleo. El proyecto, tasado en 450.000 millones de dólares (325.000 millones de euros), se reparte entre la reducción de impuestos y los gastos, así como la creación de empleo a través de la contrucción de obras públicas. Además, incluye rebajas fiscales que afectarán directamente a trabajadores y pequeños y medianos empresarios.
Sin embargo, el líder norteamericano no ha especificado de dónde sacará los fondos para poner en marcha su iniciativa, que trata de atajar el 9,1% de paro en el que se ha instalado el país, una cifra heredada de la recesión que caracterizó el período 2007-2009.
El plan Obama, de mayor envergadura de lo que habían previsto los medios en los días anteriores, tendrá que recibir el aval de los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, si no quiere enfrentarse a un bloqueo como el que se vivió este verano durante el debate para aumentar el techo de la deuda. La división existente entre la clase política estadounidense es uno de los principales obstáculos para el líder demócrata, quien apeló directamente a los congresistas y les instó a abandonar el «circo político», que es como el inquilino de la Casa Blanca denomina el clima de tensión que se registra entre las dos principales formaciones políticas.
«La gente de este país trabaja duro para cumplir sus responsabilidades. La pregunta esta noche es si nosotros cumpliremos las nuestras; si, a la vista de una crisis nacional, podemos detener el circo político y ayudar de verdad a la economía», fue una de las frases estelares de su discurso. A 14 meses para las elecciones, Obama ha pasado a la ofensiva. Además, aprovechará la presentación del plan para realizar una gira por EEUU con el objetivo de recabar apoyos para la que ya se conoce como «Amercian Job´s act (proyecto de ley para el empleo americano)». Virginia, un estado crucial para los comicios, fue su primera parada. Obama centró su discurso en exigir el apoyo de sus rivales. «Estoy orgulloso de lo que he escuchado a algunos republicanos, que aseguran que es posible trabajar juntos. Dicen que están abiertos a algunas de las propuestas para crear empleo», insistió.
Sin embargo, este intento de lanzar mensajes cargados de confianza choca con el escepticismo que se respira en las filas republicanas. Steve Chabot, uno de sus representantes, aseguró que estudiarán la propuesta, pero reconoció que «la realidad es que muy poco (de la proposición) se convertirá en ley». La falta de concreción de la medida es el principal pero al que se aferran los rivales de Obama. Obviamente, quienes más beligerantes se han mostrado han sido los candidatos vinculados al Tea Party.
«El presidente llamó a 535 congresistas para escuchar lo que considero nada más que un discurso político. No conocemos los detalles, pero estoy claramente disgustada con lo que he escuchado», aseguró Michelle Bachmann, considerada la candidata estrella del movimiento conservador en la batalla para liderar el Partido Republicano en las presidenciales.
«Debemos saber cómo se pagará esto», aseguró, en declaraciones a la CNN, el senador John McCain, que perdió las presidenciales contra el actual inquilino de la Casa Blanca. Sobre esta cuestión, Obama ha asegurado que la financiación deberá estar atada antes de que el plan se apruebe. Sin embargo, todavía no ha aclarado cómo lo harán.
Propuesta complementaria
En principio, Washington espera que el montante total se sume a los 1,5 billones de dólares que se recortarán del gasto público cuando concluyan los trabajos del super comité creado en el Congreso, que deberá terminar sus análisis antes de diciembre. Sin embargo, Obama tiene otro as en la manga. El día 19 expondrá un plan complementario «más ambicioso» para atajar el déficit presupuestario y la deuda pública, la prioridad absoluta del Partido Republicano y, sobre todo, de su ala más conservadora, el Tea Party. Según el presidente norteamericano, esta propuesta «no solo cubrirá el coste de este proyecto de ley, sino que estabilizará nuestra deuda a largo plazo».
Al margen de los guiños a los republicanos, la iniciativa contiene también recetas del gusto del Partido Demócrata. Entre ellos, extensiones de los subsidios al desempleo o asignaciones para contratar de nuevo a maestros despedidos por falta de fondos. También se prevé la inversión en infraestructuras, incluida la rehabilitación de viviendas vacías o sujetas a ejecución hipotecaria.
Inyectar dinero a los consumidores y generar confianza en las empresas son las bases del proyecto de Obama, que intenta paliar una situación económica difícil, con un crecimiento anual que apenas llega al 0,7%. Sin embargo, está en manos de los republicanos. Además, el reloj electoral sigue corriendo, lo que no deja en buena posición al plan de la Casa Blanca.
El plan, de 450.000 millones de dólares, está dividido entre reducción de impuestos (57%) y gastos (43%). Obama quiere invertir 100 millones en la construcción de infraestructuras
Las deducciones fiscales previstas en el plan buscan inyectar 250.000 millones de dólares en los bolsillos de los norteamericanos con el objetivo de impulsar el consumo privado, una de las bases económicas de EEUU.
los escépticosLos republicanos ya han mostrado sus dudas aunque prometen estudiar el plan. Todavía está por ver si bloquearán la propuesta, como ocurrió en verano con la iniciativa para aumentar la deuda.
El próximo día 19, Obama anunciará un plan complementario al presentado ayer. Con esta iniciativa, pretende financiar su propuesta contra el desempleo y «estabilizar» la deuda del país «a largo plazo».
La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dio la bienvenida al plan presentado por el presidente de EEUU, Barack Obama, para impulsar el crecimiento económico y erradicar el desempleo. Lagarde, que se reunió en Londres con el ministro británico de Finanzas, George Osborne, valoró las propuestas presentadas anoche por el presidente de EEUU. «Como el presidente también enfatizó anoche, continúa siendo crítico para EEUU encauzar la deuda pública hacia una senda más sostenible y, sin duda, acogemos el plan de consolidación propuesto que ha anunciado y que comunicará en los próximos días», indicó.
Quienes no se mostraron tan optimistas fueron los mercados. Tanto Wall Street como las principales bolsas europeas registraron ayer fuertes pérdidas que evidencian la falta de confianza en la situación económica. El parqué neoyorquino se hundió, arrastrado por los números rojos con los que cerraron las bolsas europeas ante los rumores sobre una suspensión de pagos de Grecia, por lo que hacia la media sesión el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, caía más allá del 3 %.
Ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas cotizadas de Estados Unidos, perdía a esta hora 343,15 puntos para colocarse en los 10.952,66 puntos, con lo que continuaba por debajo de la barrera sicológica de los 11.000 enteros. Los otros dos principales índices de Wall Street registraban descensos similares: el selectivo S&P 500 caía el 2,96 % (-35,08 puntos) hasta 1.150,82 puntos, al tiempo que el índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedía el 2,81 % (-71,12 puntos) hasta 2,458,02 puntos. El ánimo vendedor del parqué neoyorquino estaba en línea con los notables descensos con los que cerraron las principales plazas financieras europeas, donde Milán cayó el 4,93 %, Madrid el 4,44 %, Fráncfort el 4,04 % y París el 3,6 %, entre muchas otras.
En el ámbito laboral, patronal y sindicatos norteamericanos chocaron a la hora de valorar la iniciativa lanzada por Barack Obama. «El presidente no ha presentando ninguna idea nueva», aseguró, en un comunicado, la patronal de la construcción, Associated Builders and Contractors, que vaticinó que la iniciativa «no resistirá el examen». Por el contrario, el sindicato de empleados de la metalurgia (USW, en sus siglas en inglés), alabó el plan y aseguró que éste será «útil para llevar la confianza a la gente», al tiempo que celebraba «la acción de gobierno para acelerar el crecimiento» e instaba a los legisladores republicanos a sumarse a los demócratas. GARA
Barack Obama se ha lanzado a una gira propagandística a lo largo de todo el país con el objetivo de recabar apoyos para su plan. Este tour presidencial ha sido también interpretado como el primer paso de la campaña electoral para su reelección.
