«Este ataque a la lengua sólo lo paramos con la insumisión»
El presidente de la Coordinadora d'Associacions per la Llengua(CAL) , Pep Ribas, observa en el auto del TSJC sobre el castellano como lengua vehicular en la educación catalana como una consecuencia de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut. A su juicio, si la ciudadanía y los partidos políticos se unen en una estrategia de insumisión, puede defenderse el modelo lingüístico.
Beñat ZALDUA |
El modelo de inmersión lingüística en el Principat parecía intocable hasta que la semana pasada, el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) dictó un auto dando a la Generalitat dos meses de plazo para incluir el castellano como lengua vehicular en la educación. A Pep Ribas, presidente de la Coordinadora d'Associacions per la Llengua catalana (CAL), la sentencia no le pilló por sorpresa. En esta entrevista nos explica el por qué..
En primer lugar ¿en qué consiste la inmersión lingüística?
Es el sistema mediante el que nos garantizamos que los niños y niñas salgan de la escuela dominando el catalán y el castellano. Comienza desde las guarderías y la escuela primaria con una inmersión absoluta en catalán, que luego se va abriendo con la asignatura de castellano. Está más que demostrado, y así lo han avalado todas las instancias -hasta el Parlamento Europeo- que es un sistema que funciona, integra a todos los alumnos y asegura el aprendizaje de las dos lenguas.
¿Hasta ahora ha funcionado bien?
Sí, pero no todo lo bien que podría haber funcionado. De hecho, la inmersión lingüística tampoco es que sea la panacea, pero después de tantos años con el catalán perseguido era la manera de empezar a hacer las cosas bien. El modelo ha sido exitoso, pero sólo relativamente, ya que en muchos lugares no se ha llegado a aplicar nunca, sobre todo en el área metropolitana. En los institutos apenas se oye el catalán y en muchos colegios la única lengua que utilizan los niños en el patio es el castellano.
¿Y ahora parece que irá a peor?
Lo que pasa es que el tema de la lengua es muy sensible, por lo que siempre se ha intentado no apretar demasiado y no imponer por la fuerza la inmersión lingüística, ya que es muy fácil que el tema se explote políticamente. Esto ha sido así desde Pujol hasta Mas, pasando por el Tripartit. Lo que pasa es que ahora, que ya estamos mal, nos dicen que el modelo que hemos usado durante 30 años es ilegal y hay que cambiar.
¿De dónde ha salido y que supone este último auto del TSJC?
Este último dictamen es una consecuencia directa de la sentencia del Constitucional sobre el Estatut, en el que ya se decía que el castellano debía ser también lengua vehicular. Estaba claro que los españolistas iban a aprovechar esa sentencia y, de hecho, el TSJC no ha tenido más opción que dar la razón a unas determinadas familias que querían una educación vehiculada en castellano. Como se está viendo, aquella sentencia del Constitucional no sólo tiró para atrás el nuevo Estatut, sino que, en temas como la lengua, supuso un retroceso incluso frente al antiguo Estatut.
Sobre las consecuencias prácticas, hay infinidad de interpretaciones, ¿Qué cree que pasará?
Es que con eso no se aclaran ni los juristas, igual que con el Estatut. Sobre el mismo texto, unos juristas decían que era totalmente constitucional y otros que no lo era. Ahora unos dicen que la sentencia sólo debe afectar a las familias demandantes y otros que afecta a todo el modelo, que tendrá que cambiarse. ¿Qué pasará al final? Pues que será una decisión política, como siempre, porque lo que está claro es que el sistema judicial está totalmente politizado, y si el PP sigue haciendo casus belli del tema de la lengua, esto acabará mal.
Ahora parece que Rajoy ha obligado a frenar al PP catalán. ¿Cómo lo interpreta?
Es muy posible que el PP rebaje el discurso debido a la coyuntura electoral, pero esto no deja de ser anecdótico. El PP no tiene prisa, porque sabe que en el momento en que apriete con el tema de la lengua, la sentencia del Constitucional está ahí y pueden llegar a cambiar el modelo lingüístico en la educación. Judicialmente les darán la razón
¿Y cómo se para esto?
Con la suma de la fuerza ciudadana y política. Si hay una insumisión política a la sentencia por parte de la Generalitat y es apoyada mayoritariamente por sindicatos, patronales y, sobre todo, la sociedad civil, entonces pueden cambiar las cosas. La fuerza del pueblo es imparable, lo complicado que hoy en día es que nos unamos todos y, sobre todo, que se unan todos los partidos políticos a favor del modelo. La primera reacción ha sido buena, pero por desgracia, el sistema político está podrido y al final casi siempre acaban aflorando los intereses partidistas, así que habrá que ver.
¿Aguantará CiU la apuesta por la insumisión si el recurso presentado no sirve?
Espero que no se echen atrás y por muchas sentencias contrarias que salgan, defiendan a capa y espada el modelo lingüístico. Espero que sean valientes, de momento así parece, pero ya veremos. Si hace falta, que vayan a la cárcel. De esta manera encontrarán a la gente, que se sumará mayoritariamente. En este sentido, estamos ante una gran oportunidad para llevar esta insumisión hasta sus últimas consecuencias. Es lo de siempre: si sólo lo hacen 2.000 personas, estas personas tendrán un problema; pero si lo hacen más de 100.000, el problema será de Madrid.