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LA VUELTA 20ª etapa

La perseverancia busca premio

Daniele Bennati se apunta el triunfo que perseguía desde Orihuela. Chris Froome todavía se aferra a las bonificaciones.

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Amaia U. LASAGABASTER I

Se apuntó, junto a sus compañeros, la contrarreloj por equipos que inauguró la Vuelta. Y se vistió de rojo un día después. Pero Daniele Bennati no estaba satisfecho. Quería una victoria de etapa. Para su palmarés y también para su confianza, en vísperas de un Mundial idóneo para los velocistas.

Y no había dejado de intentarlo pero rampas de última hora, rotondazos y, claro, rivales, además de un trazado cicatero en oportunidades para los sprinters se habían ido cruzando en su camino día sí y día también. Sin optar por la retirada, como otros especialistas, y sudando para superar puertos cuando la etapa ofrecía alguna opción, el italiano perseveró. Y también lo hicieron sus compañeros, que no han escatimado una gota de sudor, ni en favor de Fulgsang y Monfort, ni en favor de Bennati. Los primeros no pudieron responder y su presencia en la general se fue difuminando. El italiano sí. Ayer aguantó en el pelotón los cinco puertos de la 20ª etapa -185 kilómetros íntegramente por carreteras vascas, nuevamente tapizadas en verde, blanco, rojo... y naranja- para levantar los brazos en Gasteiz. Su perseverancia, y la de su equipo, obtuvo premio.

Recompensa que envidia Christopher Froome, que persigue con más tesón aún que los Leopard el maillot rojo. Tanto, que el habitual paseíllo triunfal en el que se suele convertir la última jornada de las grandes vueltas, no tendrá hoy nada de apacible para Juanjo Cobo. El champán aguardará en la nevera hasta que el pelotón cruce la última línea de meta.

Y es que los apenas trece segundos que separan al hombre de Geox del británico no invitan a la relajación, teniendo en cuenta que Froome ha intentado limarlos cada vez que ha tenido la oportunidad, en forma de ataque o de bonificaciones. Y las que se reparten hoy, entre sprints intermedios y meta, superan el medio minuto. Todo un mundo con una clasificación tan apretada.

Otra pelea

Aunque el corredor de Sky parte con un par de hándicaps en su intento de voltear el puñado de segundos que le separan del rojo. Uno propio y otro ajeno. El primero, sus fuerzas, que forzosamente han empezado ya a flaquear, y la pugna que protagonizan Joaquim Rodríguez y Bauke Mollema. Ambos están empatados en cabeza de la clasificación de la regularidad, por lo que pelearán en los mismos puntos calientes que Froome, restándole opciones.

Está, además, el marcaje al que le someterá el equipo Geox, que tampoco le perdió de vista ayer, en una jornada poco propicia para el zafarrancho entre líderes, con Urkiola demasiado lejos de la meta, y por tanto también con las bonificaciones intermedias como objetivo más jugoso.

No hubo nada que hacer en Eibar, por donde pasó destacado un grupo de 27 corredores -entre los que se encontraban Iñaki Isasi y Amets Txurruka-, que marcó el ritmo de la carrera en las tres primeras dificultades, Karabieta, Elosua y Kanpazar, pero cuya ventaja nunca alcanzó los cuatro minutos. En Urkiola, el pelotón ya se los había comido. A todos menos a uno, Carlos Barredo, que durante unos cuantos kilómetros más soñó con el triunfo en la capital alavesa. Con sólo un corredor en cabeza, restaban segundos que rascar en el sprint de Arroiabe. Y puede que Froome se los hubiera apuntado, si no hubiera equivocado la pancarta: esprintó en la de los últimos veinte kilómetros, lo que permitió a Geox reaccionar y evitar, por medio de Carlos Sastre, que su rival repitiera la jugada en la buena, cuatro kilómetros después.

Ahí acabó la historia de la general. La de la etapa lo hizo poco después, con la recompensa a la constancia de Bennati.

La Ertzaintza impide las pancartas de apoyo a los presos

El paso de la Vuelta no ha alterado algunas realidades. Ayer en Gorla, la Ertzaintza impidió a un grupo de personas que mostraban pancartas y carteles de apoyo a los presos. Además, tres de estas personas fueron identificadas y se informó a una de ellas de que iba a ser denunciada por enaltecimiento del terrorismo por llevar una camiseta de Askatasuna.

En Bergara, algunas pintadas fueron tapadas, mientras aparecieron otras con el lema «Viva España».

Representantes de ESAIT, por otro lado, pudieron hablar ayer con el director de la Vuelta Javier Guillén, que se había negado hasta entonces a reunirse con la plataforma. A.U.L.

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