El CNT espera una batalla casa por casa en el ataque a Bani Walid
Unidades de élite del Comité Nacional de Transición (CNT) libio, apoyadas por bombardeos de la OTAN, dieron inicio a la batalla por entrar en Bani Walid, una de las ciudades donde aún resisten las tropas de Muamar Gadafi. Sus responsables militares afirman que los gadafistas han recibido refuerzos y esperan una batalla casa por casa en la que se enfrentan al problema de las consecuencias del ataque para la población civil.
GARA |
Unidades de élite del Comité Nacional de Transición (CNT) de Libia, apoyadas por bombardeos de la OTAN, penetraron en el núcleo urbano del oasis meridional de Bani Walid. El rápido avance coincidió con nuevos combates y bombardeos en las proximidades del resto de los grandes bastiones gadafistas, como Sirte, Jufrah y Sebha.
La OTAN confirmó que llevó a cabo operaciones aéreas bombardeando objetivos sobre la localidad de Bani Walid.
Portavoces del CNT insistieron en que los hijos de Gadafi, Seif al Islam y Saadi, se hallan en el interior del asediado oasis, junto al ex jefe de la Inteligencia militar Musa Ibrahim, algo imposible de confirmar.
«No sé si en el interior está el propio Gadafi. Puede ser, pero lo que si le garantizo es que están sus hijos y Musa Ibrahim. Fueron vistos hace dos días y están localizados», declaró Abdala Kensil, uno de los hombres que han intentado negociar una capitulación pacífica.
Kensil aventuró que la batalla por el control de esta urbe, situada a unos 150 kilómetros al sur de Trípoli, será complicada, ya que los atrincherados han recibido refuerzos.
«Calculamos que en el interior de la ciudad están apostados unos 600 hombres, armados con fusiles de asalto, lanzaderas de misiles al hombro y lanzagranadas ARP. Entre ellos, un centenar de francotiradores», señaló.
«Creíamos que eran menos pero en los últimos días han llegado más refuerzos de lugares como Sebha y Sirte», agregó el negociador, quien sin embargo no explicó como esos refuerzos pudieron burlar el cerco que el CNT mantienen a la ciudad.
Las palabras de Kensil también dejaron la impresión de que el combate que se libra en Bani Walid, «puerta por puerta, y tejado a tejado», es desigual e imprevisible.
Afirmó que los hombres que están atrincherados en el interior forman parte de las tropas de élite, «extremadamente bien preparadas y disciplinadas».
Aún así, el general Daw Dejek, quiso lanzar un mensaje de optimismo ante la prensa que espera frente a Bani Walid y aseguró que la eventual liberación de la ciudad «está muy próxima. Quiero decir a los habitantes de Bani Walid que los abandonen y los aíslen. Todavía queda tiempo para que se rindan. Aquellos que hayan estado con el régimen pero no tengan las manos manchadas de sangre, pueden estar seguros que la rebelión los respetará y cuidará de su seguridad», destacó.
En estos primeros combates, que comenzaron incluso antes de que concluyera el ultimátum que el CNT había dado a las fuerzas gadafistas, al menos dos rebeldes han resultado muertos y más de una veintena heridos, mientras que una docena de gadafistas han sido hecho prisioneros.
Guinea Bissau acogería a Gadafi
En cuanto al paradero de Gadafi, obsesión del CNT en su avance, algunas fuentes lo han situado consecutivamente en Sirte, en el oasis de Bani Walid, en la ciudad desértica de Sebha y en un área de grandes dunas y rocosas cordilleras cercana la frontera con Chad y Níger. E incluso en este último país, a donde esta semana llegó un convoy militar libio cargado de dinero, oro y armas, con una docena de altos cargos del régimen y al mando de un jefe tribal tuareg cercano a Gadafi. Sin embargo, el Gobierno de Niamey ha negado que en la caravana estuviera el coronel.
El primer ministro de Guinea Bissau, Carlos Gomes Junior firmó que acogería en su país a Gadafi «con los brazos abiertos» si éste lo desea.
El presidente del Consejo Nacional de Transición (CNT), Mustafa Abdulyalil, llegó ayer a Trípoli en su primera visita a la capital desde que fuera conquistada. Abdulyalil llegó entre fuertes medidas de seguridad tras unas breve visita a la localidad vecina de Misrata, donde algunos grupos han comenzado a criticar la actividad del órgano que dirige. En la citada población, una de la que más soldados ha aportado para el levantamiento, volvió a instar a las tropas a esforzarse para tratar de entrar de forma pacífica en las poblaciones que todavía resisten. «Debemos tratar de extender las manos y mostrar con ello nuestras intenciones pacíficas, y conseguir así poder entrar de forma pacífica, evitando los combates», afirmó.
No obstante, indicó que la situación, tras el fin del ultimátum está «en manos de los combatientes» y que sus comandantes decidirán sobre cuándo y cómo atacar las ciudades. «Les hablamos a través de sus comandantes y les dejamos la elección de decidir atacar cuando quieran», añadió.
En este sentido, la cabeza política de los rebeldes y ex ministro de Justicia de Gadafi subrayó una vez más que «la prioridad es todavía alcanzar la liberación total de la patria libia». Además, volvió a recordar que «la declaración de la victoria» definitiva no se hará pública hasta que haya sido muerto o capturado el huido dirigente. «No debemos olvidar que Muamar Gadafi sigue vivo, que tiene dinero y oro, y que esos recursos puede usarlos para comprar hombres», afirmó.
Recordó que el traspaso definitivo del CNT a Trípoli sólo tendrá lugar «después de la liberación total del país». GARA