Los talibanes afganos recordaron ayer que el 11-S «recuerda a los afganos cada año un suceso sobre el que no tuvieron nada que ver, pero que sirvió de pretexto para que los EEUU imperialistas derramasen la sangre de decenas de miles de inocentes afganos».

En un comunicado difundido en la víspera del décimo aniversario de los ataques perpetrados por Al Qaeda, los talibanes solicitaron una investigación imparcial sobre los hechos. «Pedimos al mundo que presione a los dirigentes colonialistas americanos para que desistan en su afán de engullir nuestra tierra», afirmaron.

«Han destruido nuestras aldeas y cultivos mediante el bombardeo ciego y las operaciones nocturnas bajo el nombre de una guerra contra el terror injustificada. Han encerrado a miles de afganos en centros de detención en Guantánamo, Bagram y Kandahar, y en otras bases donde son brutalmente torturados», añadieron. Además, aseguraron tener resistencia para una larga guerra contra las fuerzas internacionales. Por su parte, el presidente de EEUU, Barack Obama, pidió ayer a su equipo de seguridad nacional un incremento de la vigilancia en la conmemoración del décimo aniversario de los atentados.

Además, hizo un llamamiento a la unidad nacional al recordar a las víctimas de los atentados de 2001 y rendir homenaje a los equipos de rescate, como adelanto del discurso que ofrecerá hoy. Obama aseguró que EEUU «se ha mantenido fuerte frente a amenazas, y hemos fortalecido nuestra seguridad nacional, mejorado nuestras alianzas y puesto a Al Qaeda en el camino hacia la derrota».

La sombra de una nueva «amenaza terrorista creíble» ha blindado Nueva York con extremas medidas de seguridad para conmemorar el simbólico décimo aniversario, al que acudirán Obama, y George W. Bush, el entonces mandatario.