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protestas en el cairo

El asalto a la embajada israelí tensa la relación con Egipto

El asalto a la embajada israelí en El Cairo en la noche del viernes durante una manifestación de protesta por la falta de reformas ha dejado tocadas las relaciones entre Egipto e Israel en una crisis que se añade a la que mantiene con Turquía, hasta ahora ambos aliados en la zona. Los incidentes del viernes han dejado además tres muertos, más de mil heridos y 38 detenidos. Ayer continuaron las protestas frente a la legación israelí en la capital egipcia.

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Cientos de manifestantes egipcios continuaban ayer congregados frente a la embajada israelí en El Cairo coreando lemas contra Israel, tras los disturbios de la noche del viernes, que causaron tres muertos, más de mil heridos y que han puesto en jaque las relaciones entre Egipto e Israel.

Tras unas horas de tensa calma, por la mañana volvieron a producirse más choques de forma esporádica entre manifestantes y las fuerzas de seguridad frente a la sede diplomática.

En los aledaños, los restos de vehículos y neumáticos carbonizados reposaban junto a los tanques y camiones del Ejército y la Policía, que seguían en alerta. La protesta del viernes contra la falta de reformas en Egipto acabó con miles de personas congregadas ante la embajada israelí. Entre los motivos de esta reacción se encuentra el último ataque de la aviación israelí que el pasado 18 de agosto mató a seis soldados en la frontera en la península del Sinaí. Ayer murió el último de ellos .

La tibieza diplomática entre los gobiernos israelí y egipcio ante el incidente contrastó entonces con las fuertes protestas que durante días se organizaron frente a la Embajada israelí.

Los miles de personas que ayer se concentraron en ese lugar derribaron el muro de más de dos metros que impedía el acceso al edificio. Acto seguido, algunos entraron y alcanzaron las últimas plantas desde donde arrojaron a la calle documentos y archivos, aunque no lograron traspasar la última puerta, detrás de la que se refugiaban seis israelíes que tuvieron que ser rescatados por un comando especial egipcio.

Un manifestante se encaramó a la fachada y trepó para sustituir la bandera israelí por una egipcia, ante la mirada impasible de los pocos soldados apostados a la entrada del edificio. Pero poco después, la Policía y el Ejército egipcio desplegaron refuerzos en el lugar y emplearon gases lacrimógenos y dispararon al aire para dispersar a los manifestantes.

Los incidentes continuaron durante toda la noche frente a la embajada y en otras zonas cercanas, lo que llevó a la detención de al menos 38 personas. También se incendió una oficina del Ministerio del Interior.

Ayuda de Estados Unidos

El embajador israelí en Egipto, Yitzhak Levanon, tuvo que abandonar el país junto a su familia y 80 miembros de su personal diplomático. Los últimos evacuados en aterrizar en Israel fue el grupo de seis israelíes guardias de seguridad que habían sido rescatados. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu calificó el ataque de los manifestantes de «incidente serio» aunque señaló que se evitó un «desastre». Netanyahu aseguró que su petición de ayuda al presidente de EEUU, Barack Obama fue decisiva para la intervención egipcia. «Dijo `haré todo lo que pueda'. Lo hizo. Empleó todos los medios e influencia de EEUU, que ciertamente son importantes. Y creo que le debemos un agradecimiento especial», indicó. También el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, pidió a su homólogo estadounidense, Leon Panetta, que hiciera todo lo que estuviera en su mano para proteger la embajada.

Israel, más aislado

No obstante, Netanyahu, afirmó que «Israel seguirá apegada al acuerdo de paz con Egipto, pero pediremos a El Cairo que las medidas de seguridad alrededor de nuestra legación sean suficientemente fuertes».

La crisis con Egipto se suma a la que Israel mantiene con Turquía, y que le está haciendo perder los apoyos con los que contaba en la zona.

Por el lado egipcio, según la cadena Al Arabiya, el primer ministro, Esam Sharaf, presentó su dimisión que fue rechazada por el Consejo Supremo de la Fuerzas Armadas. Las autoridades egipcias afirmaron que aplicarán «todas las disposiciones del estado de emergencia», en vigor en el país, pese a que había anunciado su derogación. Entre ellas están los juicios ante tribunales especiales de todos aquellos detenidos por instigar o participar en actos violentos.

El ministro de Información, Osama Hekal, calificó el asalto a la embajada como un acto «inaceptable que ha perjudicado la imagen y los intereses egipcios ante la comunidad internacional» y reafirmó «el total compromiso de Egipto con los acuerdos internacionales, incluida la protección de todas las misiones extranjeras».

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