La semana ha estado marcada por la convocatoria del presidente del Sevilla a una reunión de todos los clubes de Primera menos los dos grandes para intentar recibir más dinero de las televisiones y reducir la diferencia con lo que cobran por esa vía Barcelona y Madrid.

Del Nido no lanzó ese órdago cuando les vendía a Sergio Ramos, Baptista, Keita o Alves. Ahora que lleva años sin vender jugadores por esas cifras, con el consiguiente descenso de presupuesto y nivel deportivo, quiere erigirse en líder de un movimiento sin valor real porque la mayoría de los reunidos tiene firmados contratos televisivos para un largo plazo.

Uno escribió hace muchos años, cuando desde la Real se felicitaban porque aprobar la venta individual de los derechos televisivos iba a implicar un gran incremento de los ingresos por esta vía, que ese día acababa en la Liga española la esencia en la que se debe basar cualquier deporte, que todos partan en igualdad de condiciones en la línea de salida. Pero tampoco hay que engañarse. Si los clubes no recibieran un euro por la televisión la diferencia entre Madrid y Barcelona y el resto sería mucho mayor. Y más si hubiera un sistema por el que todos ingresaran por televisión en función de lo que se pagara por comprar partidos o abonarse al equipo que se quiera ver.

Para la Real, no es malo el panorama televisivo actual con su nuevo contrato. Recibir 25 millones de euros anuales está muy bien y cuanto menos reciban el resto de clubes y menos nivel tenga la Liga española es mejor para competir con su filosofía y estructura. Para la Real es bueno que cada vez sean más los jugadores de Primera que se vayan a otras ligas y menos las estrellas que vengan. Y hace bien Aperribay en no acudir a esta reunión y reclamar un control presupuestario para que los clubes gasten sólo lo que ingresen y evitar que entre todos paguen las fichas que algunos firman sin poder afrontar. Tiene delito que te mande a Segunda un club por alinear jugadores a los que luego tiene que pagar el que baja a través de la LFP.

Lo cierto es que a todos los demás les interesa estar en la misma Liga que Madrid y Barcelona. Esta semana en un debate en la televisión del club blanco daban por hecho que en el futuro su equipo y el azulgrana no jugarían la Liga española y sí una Liga europea con los más poderosos del continente. Habrá que ver si eso se cumple y cuando, pero el resto debería tener cuidado al tensar la cuerda porque sus ingresos dependen de jugar en la misma Liga que dos equipos infinitamente superiores.