Se despejó la penúltima incógnita anterior a la asamblea de Kutxa que esta tarde, a partir de las 18.30 en Donostia, dará el visto bueno a la integración de la entidad guipuzcoana, junto a BBK y Caja Vital, en un nuevo banco llamado Kutxa Bank.

La plataforma de clientes Banatuz anunció ayer que sus veinte votos serán favorables a la integración. A falta de conocer la postura de LAB, que cuenta con un único compromisario, ya se puede adelantar que el respaldo al acuerdo superará el 90%, igual que sucedió la pasada semana en las cajas de Araba y Bizkaia. Votarán en contra Aralar, EB y ELA, que suman cinco de los cien delegados.

El pasado julio, Banatuz declaró que se oponía al plan original diseñado por los presidentes de las tres cajas, al considerar que «ponía en grave riesgo la obra social y abría la puerta a la privatización».

Su cambio de parecer está directamente ligado a las modificaciones negociadas por Bildu, al entender que, si bien la bancarización «no nos parece la mejor solución», con el nuevo acuerdo «se cumplen los objetivos que queríamos preservar».

De este modo, la plataforma considera que con dichos cambios «se garantiza la aportación a la obra social, como mínimo del 30% de los beneficios del Banco, sin ningún tipo de restricción y sin tener que descontar de dicho importe las reservas legales, como figuraba en el proyecto inicial». A ello se suma que desaparece el plazo de tres años -ya no existe límite temporal- en los que se garantizaban dichas aportaciones.

«Todos los sectores»

Respecto a una posible privatización, Banatuz destaca que si alguna de las cajas desea vender sus acciones habrá de hacerlo a las otras dos o para autocartera del banco. Y si, en todo caso, pretende hacerlo a un inversor externo, necesitará el beneplácito de una mayoría cualificada de las asambleas, «donde participamos todos los sectores».

La plataforma califica también de «muy positivo» que se haya «atado el compromiso de aceptar la decisión que adopten las plantillas sobre el ámbito de negociación, lo que abre la posibilidad a que, de una vez por todas, el marco de Euskal Herria pueda ser una realidad si así lo quiere la mayoría de los trabajadores en este ámbito».