El asunto de la censura en los servicios informativos de TVE que pretendía establecer el consejo de administración actual del ente, es un anuncio de lo que nos espera. Con los votos de los representantes de la derecha española, PP apoyada por la derecha catalana españolista CiU y la vergonzosa abstención de PSOE y CCOO, y el rechazo de IU y UGT, se aprobó que el sistema de comunicación interna de los servicios informativos de la televisión pública estatal estuviera al alcance de esos consejeros políticos, es decir, era la instauración más torpe de la censura en TVE, lugar que, como en todos los entes públicos, se vive siempre con las presiones de las mayorías gobernantes y de las oposiciones escaldadas.

Fue la noticia de la mañana del jueves veintidós de setiembre, porque se trataba de una torpeza muy grande. O de un desliz. O de un programa oculto desvelado. Desde los dos partidos mayoritarios empezaron a escucharse voces desmarcándose de esa grosera decisión, de tal manera que se convocó de urgencia otra reunión para revocar esta supuesta metedura de pata y dejar todo como estaba. Se vende esta reculada como un triunfo, pero se trata simplemente de un movimiento estratégico. Después del 20-N, se tomarán estas decisiones sin necesidad de hacer reuniones, por lo tanto sin posibilidad de que se filtre a la opinión pública. Así es como funcionan los entes, con mayor o menor grado en sus actitudes controladoras. Se colocan los comisarios y los censores en mandos intermedios que van colapsando la libertad de los redactores, hasta que se convierten en miserables hojas parroquiales de gobiernos, gobiernillos y partidos en el poder.

Este episodio es un síntoma, una advertencia. ¿Alguien se cree que los consejeros nombrados por los partidos en RTVE actúan por libre sin consultar? Tomaron una decisión muy pensada, muy clara, y si cuela, cuela. A partir de ahora harán lo mismo, pero de tapadillo. Lo que decidieron era instaurar la censura legal. Las redacciones del ente se opusieron de manera unánime, clara y contundente. Es lo único positivo de este triste episodio. Las que dieron la cara han firmado casi su paso a la reserva.