No quieren oir ni hablar del episodio de Huesca. Los jugadores del San Antonio viajaron a Vigo para enfrentarse al Octavio, otro de los recién ascendidos, -Pabellón As Travesas, 20.45- con la precaución en el cuerpo y la intensidad de saber que se van a enfrentar a un rival muy competitivo y experimentado.

Para ello, su técnico, Juanto Apezetxea, tiene la ventaja de poder contar con toda su plantilla, una vez superados los problemas de artritis del portero Lucau en el dedo gordo de su pie derecho. El guardameta sueco, una de las piezas claves de la escuadra albiazul, viajó con el resto de la expedición. El preparador de Oieregi se vio obligado a realizar los descartes de Julen López y David Jiménez.

Tras retomar la senda del triunfo ante el Antequera en el Universitario, el cuadro antoniano desea prolongar la racha trayéndose los dos puntos de tierras gallegas, aunque la empresa no será nada fácil. «Es uno de los equipos que más me ha gustado en este comienzo de Liga, lo vamos a pasar muy mal ante un equipo veterano y que sabe resolver situaciones», avanzó Apezetxea.

Ahondando en el análisis del rival, el técnico navarro destacó que «en ataque tienen muy pocas pérdidas de balón y en defensa plantean un 6/0 muy agresivo con Arkaitz Vargas (ex antoniano) como principal baluarte. Saben llevar muy bien el tempo del partido y cuentan con jugadores muy experimentados».

A correr

Para contrarrestar tal circunstancia, los albiazules tendrán que tirar de piernas, obligando a los vigueses a correr, situación en la que no se encuentran cómodos. «Tenemos reciente la experiencia en Huesca y, en ese sentido, no nos va a coger de improviso. Hay que jugar con calma, tener paciencia y buscar buenas situaciones, así como saber atacar su defensa y correrles», indicó Apezetxea.