Las protestas reciben a Benedicto XVI en Berlín dentro y fuera del Bundestag
GARA |
Varios miles de personas mostraron su rechazo ayer a la visita del papa Benedicto XVI a Berlín, mientras éste pronunciaba un discurso en el Bundestag. Una pancarta con el lema «Papa non grata», daba idea del tono de la concentración en la Potsdamer Platz, que reunió a entre 10.000 y 15.000 personas que criticaron la ruptura del principio de neutralidad religiosa .
«Retírate, viejo malvado» «Pope go home» se leía también en los carteles que sostenía la multitud convocada por un colectivo de alrededor 70 asociaciones homosexuales, ateas o de víctimas de abusos.
Se guardó un minuto de silencio por la memoria de las víctimas del sida, recordando la oposición de la iglesia católica al uso del preservativo.
También participaron algunos del centenar de diputados del (SPD), Die Linke y los Verdes que boicotearon el discurso de Josef Ratzinger en el Bundestag.
Benedicto XVI se enfrentó a estas muestras de rechazo dentro y fuera del Bundestag, en el inicio de su visita de cuatro días a su país natal.
Durante el viaje, en respuesta a los periodistas dijo entender el abandono del catolicismo por los casos de pederastia por parte de sacerdotes, pero invitó sus adeptos a superar «estos terribles escándalos permaneciendo dentro de la iglesia, que es más que una asociación deportiva o cultural». En Alemania en los últimos treinta años al menos 350 niños sufrieron abusos y, según datos de la iglesia germana, el pasado año abandonaron el catolicismo 181.000 personas.
Ecología y derecho
Aunque a su llegada aseguró que la visita no tenía «objetivos políticos o económicos, sino para encontrar a la gente y hablarles de Dios», no dejó de hablar de ambos temas y divulgar doctrina al respecto. En el parlamento sorprendió con una defensa de la ecología y de los movimientos ecologistas; advirtió de que la aplicación del derecho distingue al Estado de «una gran banda de bandidos», como ocurrió en la Alemania nazi y arremetió contra la razón positivista.
También abordó, en una entrevista previa con la canciller, Angela Merkel, la crisis financiera global y la situación de los mercados de divisas. Benedicto XVI concluyó la jornada berlinesa con una misa en el Estadio Olímpico, ante unas 70.000 personas.