El Mallorca llegará a El Sadar como rival directo de Osasuna -ambos empatan a seis puntos tras la victoria bermellona frente a la Real- y con nuevo entrenador en el banquillo. Aunque no utilizó la palabra «dimisión», por aquello de los finiquitos, Michael Laudrup puso fin ayer a su relación con el conjunto balear.

No supuso ninguna sorpresa. La relación entre el danés y el vicepresidente y máximo accionista del Mallorca Lorenzo Serra Ferrer estaba muy deteriorada. Sus divergencias por la lista de bajas y altas se habían hecho públicas y la rupturua definitiva era cuestión de tiempo.

La penúltima gota la puso el ayudante de Laudrup, al calificar a Serra Ferrer de «mala persona». El Mallorca le despidió por «falta grave» y el entrenador danés anunció de inmediato su intención de ponerse en contacto con el director general del club Pedro Terrasa, para «acabar su relación» con el Mallorca. Es decir, para negociar el cobro de parte de los 700.000 euros que corresponderían al técnico en caso de despido, pero que se reducirían a la nada en caso de dimisión.

Sin rey muerto, ya puede haber rey puesto. O al menos candidatos. Los nombres de Joaquín Caparrós, Miguel Ángel Lotina, Luis Aragonés -todos ellos sin equipo en la actualidad- y el entrenador del Sabadell Luis Carreras cobran fuerza.

En un ambiente bastante más tranquilo, Osasuna regresa hoy a los entrenamientos (10.00) en una semana en la que podría recuperar a Sergio.