CRíTICA cine
«Otra película de huevos y un pollo» Puro humor mexicano
Mikel INSAUSTI
Película de animación mexicana que me resulta de lo más chocante e inclasificable, porque su dibujo es muy ingenuo e infantil, mientras que los diálogos están llenos de humor negro y dobles sentidos que parecen destinados al público adulto. Tal vez sea una deliberada mezcla de inocencia visual y provocación verbal pensada para llegar por partida doble al nivel de entendimiento de los niños, así como al de sus acompañantes mayores de edad. Aunque no hay posible confusión, gracias a que al final son los pequeños los que más disfrutan por cuanto prima el sentido de la aventura y de la acción. De cualquier modo en México nos llevan ventaja, debido a que conocen muy bien la primera parte realizada hace cinco años con el título de “Una película de huevos”, e incluso hay anunciada una tercera entrega que se llamará “Una última película de huevos”.
En “Otra película de huevos y un pollo” quien pone voz al pollo protagonista Toto es Bruno Bichir, actor de origen libanés hermano del también conocido Demian Bichir. Pero todas las voces del reparto están muy conseguidas, con un acento mexicano muy callejero lleno de gracia. Son formas de hablar, bien diferenciadas, que se adecúan a un diseño de personajes de lo más variopinto, con huevos de todas las especies animales, sin excluir a los de chocolate o rellenos de confetti. El humor de la productora Huevocartoon se extiende a clips complementarios, como el que recoge un supuesto casting para seleccionar a los huevos con mayor talento para el espectáculo. Se lleva la palma el Huevo Brujo, un chamán que ejerce de malo de la función, y que necesita un corazón de pollo para su ritual precolombino. He ahí el motivo por el que envía a sus huevos de zopilote, avestruz y escorpión a secuestrar al pollo Toto. Sus amigos, que son unos huevos muy fiesteros, tendrán que recurrir a los huevos más duros, los de reptil, para poderle liberar. También hay otros elementos del desayuno desperdigados por la película, como una loncha de tocino muda.