El primer edil de Gasteiz, Javier Maroto (PP), anunció ayer su intención de «revisar» el actual sistema de políticas sociales con el objeto de evitar un «efecto llamada» que incremente el número de perceptores de esas ayudas en la capital alavesa.

Maroto, que hizo este planteamiento durante el transcurso del Debate Sobre el Estado de la Ciudad, afirmó que el sistema social puesto en marcha durante la década de los años 80 ha dejado de tener validez. Y afirmó que en la actualidad hay más personas que demandan ayuda y menos recursos para atender sus necesidades.

El dirigente conservador quiere aprovechar el acuerdo alcanzado en torno a la RGI en el Parlamento de la CAV, suscrito por PP y PSE, para redefinir el régimen de ayudas en Gasteiz. «Proponemos evitar que el padrón sea la puerta de entrada para que haya personas que reciban ayudas sociales sin pasar por el empleo», señaló.

Por ello, y para intentar frenar esta situación, anunció también que va a proponer un debate en el pleno municipal para impedir la llegada de gente que busca «subsistir con las ayudas sociales». En su opinión, es necesario que el orden sea «empleo, desempleo y ayudas; y no al revés».

Esta propuesta despertó el malestar de los grupos que conforman la oposición, que no dudaron en denunciar la política «populista» puesta en marcha por el actual gobierno local. A este respecto, el grupo municipal de Bildu lamentó que Maroto, tras anunciar la revisión de las ayudas, apostara por congelar las tasas municipales. Una medida justificada por el alcalde comentando que no está dispuesto a solicitar una «sacrificio adicional» ni a los comerciantes ni a las familias.

En palabras del portavoz de la coalición soberanista, Kike Fernández de Pinedo, ambas medidas suponen la puesta en marcha de una política económica neoliberal. Como alternativa,recordó que Gasteiz cuenta con autonomía fiscal para mantener el Estado de Bienestar sin tener que tocar la distribución de las ayudas sociales. Esta propuesta pasa por la utilización del IBI o por la imposición de nuevas tasas sobre los inmuebles vacíos existentes en la ciudad.

En la misma línea se pronunció el concejal del PSE Juan Carlos Alonso. El que fuera teniente de alcalde durante la pasada legislatura lamentó que Maroto pronunciara un discurso «fuerte con los débiles y débil con los fuertes».

Decálogo de medidas

Las dos medidas señaladas forman parte de un decálogo de propuestas de Maroto entre las que figuran el impulso del euskara, donde se incluye la construcción de un futuro centro para la población euskaldun de la ciudad, y el compromiso con el cierre de Garoña. También se pronunció contra el Centro de Reinserción Penitenciaria que el Gobierno español pretende construir en el barrio de Lakua, un proyecto incluido en los presupuestos del PSOE.

Asimismo, el primer edil defendió la creación de un nuevo polígono industrial en la zona de Betoño y el impulso de un nuevo anillo verde interior. Esta última idea se enmarca dentro de la capitalidad verde europea, que Gasteiz ostentará a partir del 15 de diciembre.

Al margen de este decálogo, Maroto anunció la puesta en marcha de una nueva iniciativa de participación ciudadana denominada «Cita con el alcalde», dirigida a recibir los planteamientos de personas anónimas, que no forman parte de ningún agente social ni político. Una medida «populista, que no parece muy útil», según opinó el PNV.

Todas estas propuestas serán valoradas hoy por los grupos de la oposición municipal -Bildu, PNV y PSE-, quienes, a lo largo de la mañana, tomarán la palabra para discutir sobre los ideas presentadas por el alcalde. A este respecto, el portavoz jeltzale en el Consistorio gasteiztarra, Gorka Urtaran, ya adelantó ayer su intención de presentar una batería de preguntas para contrarrestar el, a su juicio, «decepcionante» discurso del primer edil.