Un acuerdo ilusionante para ganar la partida
La alianza electoral que ayer hicieron pública representantes de la izquierda abertzale, EA, Alternatiba y Aralar sin duda habrá sido recibida con ilusión por un sector muy amplio de la sociedad vasca, que demandaba un movimiento de estas características y que lleva tiempo anhelando una unidad de acción que haga suyas las reivindicaciones de este pueblo, más allá de intereses partidistas. En este sentido, el acuerdo expresa un compromiso claro de actuar en clave de país, al objeto de que se reconozca la identidad nacional de Euskal Herria. Un compromiso que está directamente ligado a los próximos comicios pero que, más allá del inminente contexto electoral, debe guiar la actuación política e institucional de quienes lo suscriben.
Se trata, por tanto, de un acuerdo para ir a Madrid como representantes no de cuatro partidos, sino de una nación que exige reconocimiento. Porque, tal como indicaron ayer en Miramar, la partida se juega entre Euskal Herria y el Estado español. Sin embargo, no lo entienden así desde el PNV, que rehusó concurrir con estas cuatro formaciones y que trata de desvirtuar el alcance de la iniciativa, caricaturizándola hasta el punto de preguntar si quienes la promueven se van a limitar a reivindicar todos los días el derecho de autodeterminación. El propio contenido del acuerdo responde a la pregunta retórica de Josu Erkoreka, quien frente a la alianza que supone Amaiur opuso su labor parlamentaria. Argumentó que el PNV ha «traído a Euskadi» un millón de euros al día gracias a sus negociaciones con Zapatero. Será la sociedad vasca la que decida si quiere que sus representantes acudan a Madrid a «arrancar» transferencias o a exigir respeto para este pueblo.
Las elecciones llegan en un momento muy especial y ofrecen la oportunidad de profundizar en el camino emprendido hacia un escenario de paz y democracia. Por ello, merece la pena asumir el esfuerzo que conlleva un acuerdo de estas características. No es tiempo de jugar a pequeña, sino de arriesgar y ganar la partida.