La Guardia Civil detuvo ayer a cinco personas de origen argelino en Gipuzkoa y Nafarroa, a las que vincula con el «terrorismo islamista». Dos fueron arrestados en Iruñea, y los otros tres en Berriozar, Legorreta e Irun, según informaron desde el Ministerio español de Interior. Guardias civiles registraron varios domicilios y locales, y dijeron haberse incautado de «material informático y documentación». La operación estuvo dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, que les vincula con «una célula de apoyo logístico y financiero a grupos terroristas que operan en la zona argelina del Magreb, concretamente con la `franquicia' de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)».