La muerte de un joven atropellado por un minibús en el que viajaba un grupo de gitanos en la localidad búlgara de Katunitsa ha degenerado estos días en protestas contra su patriarca, conocido como el «rey Kiro» y en ataques contra viviendas vacías de su clan, los Rachkov, a cargo de grupos de hooligans neonazis. Jóvenes gitanos de los guetos de Plovdiv y Varna salieron a las calles armados con fusiles, cuchillos y palos tras agresiones racistas contra algunas mujeres de esta etnia.