CRíTICA cine
«Somewhere» El hotel de las estrellas
Mikel INSAUSTI
Aún sabiendo que todas las películas de Sofia Coppola son muy suyas, ésta todavía lo es más. No importa que el personaje principal sea masculino, porque la cineasta se identifica con el modo de vida que lleva a través de su hija adolescente. Y no sólo por ser ella también hija de un famoso, sino porque su infancia y juventud transcurrieron de hotel en hotel, lo que le permite conocer de primera mano la sensación de carecer de un hogar estable y convencional. Tales síntomas vitales ligados al aburrido lujo de un “resort” los concentra en el Chateau Marmont, una institución en la historia de Hollywood y sus ídolos desde los tiempos del cine mudo. Tal vez por ello el rol filial de Elle Fanning se inspira en el que Tatum O’Neal hizo para Peter Bogdanovich en “Luna de papel”. Padre e hija comparten baños de sol en la piscina, apuestas en el Casino, partidas de tenis de mesa y juegos con la Wii o el Guitar Hero. Aparentemente se lo pasan bien cuando están juntos, pero es la distancia y la desestructuración familiar la que les hace daño.
La cerrada narración sigue una estructura cíclica, con un prólogo en el que el Johnny Marco encarnado por Stephen Dorff conduce su Ferrari por un circuito desértico dando vueltas. Es el hombre supeditado a la máquina, motivo por el que “Somewhere” concluye con la decadente estrella abandonando su deportivo en la cuneta para ponerse a caminar, cosa que nadie hace en Los Angeles, y así poder sentirse libre. Este paseo por el vacío existencial de una clase privilegiada, que incluye un desganado encuentro mitómano con Benicio del Toro en el ascensor o una sesión privada de baile sexy a cargo de las gemelas Shannon con música energética de Foo Fighters, se inspira mucho en el cine italiano, y no sólo en el del maestro de la incomunicación Antonioni o en el del espectáculo del gran Fellini, sino también en el del reciente Paolo Sorrentino y su sensible descripción de la incomparable soledad del huésped de hotel en “Las consecuencias del amor”.
