PRIMERA Los blanquiazules quieren distanciar en ocho puntos a los rojiblancos, que buscan su primera victoria en Liga
Anoeta acoge el derbi más atípico
Real y Athletic ponen a prueba su adaptación a sus nuevos estilos a una hora y en unas condiciones meteorológicas nada habituales.
REAL SOCIEDAD-ATHLETIC
Joseba ITURRIA
Real y Athletic disputan este mediodía el derbi más extraño de la historia. A la hora que tradicionalmente quedaban los aficionados para vivir las horas previas al partido en la Parte Vieja, los jugadores saltarán al campo a pleno sol con una temperatura que rondará los 30 grados en pleno mes de octubre. Además lo harán con la intención de adaptarse, no sólo al horario y a la temperatura, también a un estilo de fútbol que no se corresponde con lo que ha caracterizado al fútbol vasco.
Los derbis tradicionalmente han sido partidos de garra y de casta. Duelos parejos de mucha disputa y pocos goles en los que la calidad de los futbolistas quedaba en un segundo plano ante la supremacía del alma y del orgullo con el que los equipos representaban a sus pueblos.
Bielsa y Montanier han llegado este verano a Athletic y Real con la intención de desarrollar un fútbol diferente a lo que ha sido habitual en sus equipos y en los derbis. Ambos apuestan por tener el balón el máximo tiempo posible desde un control minucioso de las situaciones y habrá que ver si lo consiguen hoy en un partido muy importante para los dos equipos.
El parón del próximo fin de semana y el hecho de jugar un derbi provoca que los puntos adquieran mayor importancia y la Real busca un triunfo que le confirme en la primera mitad de la tabla y en el camino emprendido, mientras que el Athletic necesita lograr su primera victoria en Liga y demostrar que el buen nivel que ha dado en la Europa League lo puede reeditar también los fines de semana.
Precisamente una de las principales claves del derbi de hoy va a estar en las consecuencias de su partido del jueves con el PSG. Por un lado las físicas. No es fácil jugar tres partidos en una semana con una misma base de equipo y menos con el calor que se vivirá hoy en Anoeta. Por otro están las psicológicas, que muchas veces son más importantes. En ese sentido el buen partido contra el PSG habrá elevado la moral rojiblanca y habrá disminuido su tensión.
Con los onces básicos
No se esperan grandes cambios en los onces con respecto a los últimos partidos. En la Real será segura la vuelta de Griezmann tras su descanso de Mallorca porque Vela e Ifrán no se recuperaron y no entraron en una lista en la que les sustituyeron Sarpong y Joseba Llorente, que hoy se vestirá de corto por vez primera esta temporada.
El último entrenamiento del Athletic ayer tampoco deparó mayores novedades y Bielsa dio una convocatoria de 19 en la que entraron Muniain y Amorebieta pese a los problemas que les impidieron ejercitarse el viernes. Si el navarro no está recuperado Iturraspe podría sustituirle.
Anoeta registrará una gran entrada, pero no se llenará porque saldrán a la venta antes del partido varios centenares de entradas. La coincidencia con el Kilometroak -se instalará una pantalla gigante en Garmendipe para poder ver el partido en Azpeitia- y el precio de las localidades -entre 50 y 100 euros- no ha ayudado a que el estadio se quede pequeño para el derbi.
Vela e Ifrán no pudieron superar sus problemas físicos y causaron baja. Su ausencia en la convocatoria fue cubierta por Sarpong y Joseba Llorente, que hoy se vestirá por vez primera en lo que llevamos de temporada.
Bielsa incluyó a los tocados Muniain y Amorebieta entre los 19 convocados, con la baja de Ekiza por sanción que puede motivar la vuelta de Javi Martínez al puesto de central y la presencia de Gurpegi en el centro del campo.
Ahora que el paso de Imanol Agirretxe por la cantera rojiblanca antes de desembarcar en Zubieta ha cobrado actualidad, se antoja un buen momento para recordar que durante la larga historia de amor y odio entre ambos clubes han sido unos cuantos los jugadores que han vestido las dos camisetas. La mayoría cruzaron la A-8 de Donostia a Bilbo y muy pocos, tan sólo cuatro, han hecho en cien años el trayecto a la inversa, es decir, habiendo hecho su carrera en San Mamés, recalar después en el equipo donostiarra. El último, Ricardo Arrien, natural de Gernika, que formó parte de la plantilla bilbaina del título liguero del 82-83, temporada en la que sólo disputó un partido oficial. En total, entre esa campaña -en medio volvió al Bilbao Athletic- y la 84-85, jugó diez partidos, marcando un gol. Al año siguiente se fue el Racing y uno después fichó por la Real, con la que se proclamó campeón de Copa 86-87.
El primero de ese cuarteto en pasarse al vecino fue Isidoro Urra Fernández, en la campaña 1947-48. Militó en el club rojiblanco entre 1935 y 1946, años en los que consiguió dos títulos ligueros y tres Copas, junto a otros jugadores legendarios como Gorostiza, Oceja, Unamuno o Garate. En Donostia jugó cuatro temporadas, siendo titular indiscutible, y consiguiendo dos ascensos a Primera División. Falleció en 2006.
Quien siguió su camino fue también Antonio Aldonza Lobato, nacido de Leioa en 1926, quien tras militar en el Indautxu, llegó al Athletic en 1947. Debutó en Primera División en el partido Athletic-Celta (5-0). Durante dos temporadas en el club rojiblanco disputó ocho encuentros. De allí se marchó al Sestao para jugar un año y recalar en la Real Sociedad en 1950. Allí, durante tres temporadas acumuló 21 choques oficiales.
Pero, sin duda, el más popular de todos ellos fue el gran Rafa Iriondo. Es el único que ha sido jugador y entrenador de ambos equipos. «Cuando me fui del Athletic, tras trece temporadas, me comprometí con el Barakaldo con la condición de que jugaría de nueve. Pero a los pocos partidos me llamó la Real Sociedad y me convenció para fichar. ¡Otra vez a la banda! Estuve dos años allí y en el primero marqué siete tantos», recordó en cierta ocasión. En Donostia estuvo dos campañas, de 1953 a 1955, en las que jugó 32 encuentros y anotó 10 goles, entre ellos, el que le hizo al Athletic en su vuelta a San Mamés. También como técnico realista les ganaría. J.VIVANCO
