Cientos de txikis desfilaron ayer por la mañana por el centro del barrio bilbaino de Errekalde junto a Porrotx en favor del proyecto de Kukutza. A pesar del carácter festivo de la kalejira, una furgoneta de la Ertzaintza la vigiló para sorpresa de muchos vecinos, que no entendieron la razón para ese exhaustivo seguimiento policial.

La cita era a las 11.30 en la rotonda de Gordoniz, frente a los restos que aún permanecen en pie del emblemático gaztetxe, y allí se reunieron varios centenares de niños y niñas nerviosos ante la visita del payaso para solidarizarse con la «fábrica de sueños» que desalojó violentamente la Policía a las órdenes de Rodolfo Ares. Unos minutos después, a bordo de un camión, apareció Porrotx, acompañado de Txapas y Patakon, para delirio de los más pequeños.

Saludó, y al grito de «Kukutza aurrera», animó a los presentes a participar en la kalejira al ritmo de Bonberenea Txaranga y de las sucesivas canciones que interpretó Txapas, ataviado con ropajes piratas. La comitiva enfiló la calle Gordoniz, siendo saludada por los numerosos errekaldetarras que a pie de calle o desde las ventanas se sorprendieron por la visita.

La marcha finalizó en la plaza, donde continuó la fiesta y donde se hicieron votos para que en su próxima visita el popular payaso y sus amigos puedan conocer ya Kukutza IV.

Detenidos liberados

Los dos jóvenes alemanes -Flo y Rafa, de Hamburgo y Bremen- arrestados por la Ertzaintza el miércoles 21 de setiembre y enviados a prisión en la tarde del viernes 23 por orden del Juzgado de Instrucción nº 5 de Bilbo, recobraron el viernes, a las 15.00, la libertad con cargos después de abonar una fianza de 1.000 euros cada uno. La indefensión en que se encontraban los jóvenes, denunciada por su abogado, llevó al propio cónsul de Alemania en Bilbo a realizar gestiones en los juzgados.

Por otro lado, las labores de derribo del edificio que albergaba Kukutza III se han ralentizado, según fuentes vecinales, después de que en los bloques de viviendas anexos, los de la Plaza Belategi, hayan aparecido algunas fisuras. Poco después de que estos pisos comenzasen a ser habitados, hace años, se descubrieron unas grietas.

La semana pasada, nada más comenzar los trabajos de demolición de la antigua fábrica de Cerezo, ocupada por Kukutza, los residentes de estas viviendas comenzaron a alertar a las autoridades municipales sobre la aparición de nuevas grietas. La intranquilidad entre estos vecinos es máxima, cuando son conscientes de que la empresa Cabisa no tiene ninguna intención de iniciar en breve la construcción de viviendas en el citado solar.

Por otro lado, Kukutza prepara para el sábado 8 de octubre una nueva manifestación «internacional», que partirá a las 18.00 de la Plaza del Sagrado Corazón de Bilbo bajo el lema ``Gaztetxea gara». Su objetivo es defender la existencia de gaztetxes no sólo en Errekalde o Bilbo, sino en el conjunto de Euskal Herria. «Son una herramienta para cambiar el mundo, espacios donde aprender», argumentan.