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El Txuri afronta una nueva temporada con ilusiones renovadas

Uno de los clubes deportivos más laureados de Euskal Herria aspira a reverdecer viejos laureles apoyándose en una estructura formativa que reúne a más de 90 jugadores. Si usted no ha visto nunca un partido de hockey hielo, aquí tiene unas cuantas razones para hacerlo.

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Asier AIESTARAN

No habrá demasiados clubes en Euskal Herria que presenten mejor palmarés que el Txuri en lo que se refiere a deportes de equipo. El conjunto donostiarra de hockey hielo cuenta en sus vitrinas con trece títulos de Liga y nueve de Copa, un bagaje envidiable que sus dirigentes quieren seguir ampliando en el futuro.

El equipo donostiarra, que compite en el Top-6, la máxima categoría de la modalidad en el Estado español -donde milita también el Escor-Bakh de Gasteiz-, ya ha comenzado su temporada, con dos derrotas -7-6 en Puigcerdà y 2-4 ante el Barcelona- y una victoria por 8-7 frente al Majadahonda. Un plantel joven que deberá acoplar cuanto antes a sus diez nuevas incorporaciones: Máxime Lutaud y Jimmy Ferrez (Hormadi), Kevin Zampa (Gap), Adrián Sosa (Barcelona), Justin Torre (Florida), Pablo Puyuelo (Jaca) e Iñigo Gainza, Adrián Mitxelena, Ignacio Solorzano y Unai Alzuri (categorías inferiores).

«Este año estoy más ilusionada, porque veo que el vestuario está mucho más unido. Es un equipo demasiado joven, eso también se nota, les falta un poquito de veteranía. En Puigcerdà se jugó un buen partido, en casa contra el Barcelona también, y pienso que los resultados tienen que ir llegando. Siento que este año vamos a estar seguro en los play-off -entran cuatro equipos y cada eliminatoria es al mejor de tres partidos-, y creo que podemos dar mucha guerra ahí arriba», opina la presidenta Rosa Zubeldia.

Entrar en las eliminatorias, dar una buena imagen, estar arriba... objetivos algo ambiguos toda vez que luchar por el título se antoja bastante complicado en una modalidad dominada actualmente por el Jaca. «Hoy por hoy Jaca es el equipo más fuerte de la Liga. Tiene muchísimos jugadores y podría sacar incluso dos equipos en la máxima categoría. Y el resto, tanto Barcelona, Majadahonda, Txuri... estamos más igualados. A los de Vitoria, como llevaban algunos años sin sacar equipo, pues todavía les puede costar un poco ajustar las piezas -añade Zubeldia-, pero creo que este año la Liga puede ser bastante más igualada y competitiva que otros años en los que ha habido dos equipos muy por encima del resto», apunta la hija de Juan Zubeldia, ex presidente del club durante cuatro temporadas y fallecido recientemente.

Aspiraciones e ilusiones renovadas para un club que, como suele ser habitual, ha conocido los dos extremos del deporte de élite, desde celebrar títulos hasta tener serias dificultades para poder sacar un equipo en condiciones. Por lo que nos cuenta su presidenta, el club atraviesa un buen momento en lo deportivo, y la estabilidad del primer equipo parece asegurada: «Tenemos un equipo joven, por lo que creo que el futuro de los próximos años está asegurado. La categoría que le sigue, el sub'18, es también un equipo muy conjuntado, una generación que lleva consiguiendo muy buenos resultados desde hace años -compitiendo con equipos de Ipar Euskal Herria, Francia y Catalunya en la Liga Transpirenaica-. Ya hay varios que están jugando en el equipo senior».

Un camino lleno de dificultades

El Txuri pone especial énfasis en el trabajo de cantera, una estructura formativa que cuenta en la actualidad con unos 90 jugadores en su seno -incluídos los del equipo senior y dejando fuera a los veteranos-, y que llama la atención por la gran cantidad de categorías existentes: escuela para niños, sub'9, sub'11, sub'13, sub'15, sub'18 y senior -este año se ha suprimido la categoría sub'20-. A Rosa Zubeldia le queda una pequeña espinita, la ausencia de un equipo femenino. «No tenemos, aunque tenemos una chavalita que está en sub'18 y otras dos niñas en la escuela, pero de momento no tenemos mucha fuerza entre las chicas. Les va más el artístico, aunque creo que es por desconocimiento, porque existe la Liga femenina y hay unos cuantos equipos».

Como sucede en este tipo de deportes minoritarios, a los directivos del club les toca, además de gestionar el día a día de la entidad, el arduo trabajo de promocionar su modalidad, sobre todo para atraer a los jóvenes ante la omnipresente oferta de deportes como el fútbol o el baloncesto. «Algunos vienen por referencias de algún amigo o algún familiar que juega a hockey. Y hay otros que vienen a la pista para aprender a patinar y ven la escuela. Enseguida cogen la pastilla y un stick. Se convierte en una manera divertida de aprender a patinar». Como es evidente, nada que ver con la imagen de deporte agresivo que se ha encargado de vender la televisión: «En la tele sólo vemos las peleas y los golpes. La realidad es que hay bastantes menos lesiones que en otros deportes. Los chavales van muy protegidos, no corren ningún riesgo», aclara Rosa.

Unos primeros pasos en los que, según relata la presidenta, el hockey es más un juego que un deporte. Las dificultades llegan un poco más adelante. «Los horarios difíciles empiezan desde sub'15 y ya en sub'18, porque a esas edades hay un día que salen a las 23.00 de entrenar porque la pista está ocupada. Y claro, al día siguiente tienen que ir al colegio. Los seniors entrenan con los sub'20 y los sub'18 y salen del hielo a las 23.00. Para cuando se duchan, se visten y se van a casa son las mil», se lamenta, a la vez que reivindica unos horarios más adecuados, incluso para los partidos del primer equipo, que se juegan habitualmente el sábado a las 22.00.

Dificultades al margen, desde el Txuri animan a los jóvenes a probar el hockey hielo -en la web www.txuri-urdin.com se puede encontrar amplia información y las vías de contacto- y a la gente de Gipuzkoa en general a acudir a los partidos, la mejor manera de descubrir este deporte. «No deja de ser otra opción que ofrece San Sebastián. Ir a ver un partido de hockey hielo, en el que te puedes divertir. La gente debería probar para ver si les gusta -propone-. Muchas veces hacemos entrada libre y otras cobramos cinco euros, aunque los chavales de 15-16 años o menos no pagan. Te quiero decir que no tenemos ningún ánimo de lucro al pedir que venga la gente», concluye Rosa Zubeldia.

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