Three sided football o una metáfora de la vida
Alianzas, estrategias de colaboración, pero también traiciones. El fútbol como metáfora de la vida de la mano del artista Asger Jorn, que superó el enfrentamiento básico entre dos bandos con su «Three Sided Football». Ahora llega a Euskal Herria por medio de la Fundación Athletic.
Amaia U. LASAGABASTER
La indiferencia no abunda entre artistas e intelectuales a la hora de posicionarse respecto al fútbol. Los hay que lo miran con desdén, cuando no con desprecio, pero también los que confiesan sin ruborizarse su afición al deporte rey. O incluso quienes lo convierten en materia de estudio. O campo de ensayo. Como Asger Jorn, que encontró en el balompié un terreno perfecto para desarrollar su trialéctica, un sistema de pensamiento con el que el artista danés quiso superar el modo dual de pensamiento occidental. Así nació, en la década de los sesenta, el «Three Sided Football», que ahora llega a Euskal Herria de la mano de la Fundación Athletic, dentro del programa «Thinking Football».
Arte, filosofía, sociología... Los diferentes eventos organizados dentro del programa analizan el fenómeno del fútbol más allá de su dimensión estrictamente deportiva. Fue algo más que eso para Asger Jorn (1914-1973), un artista danés, integrante del grupo artístico Host, fundador del movimiento Cobra, comunista convencido y miembro activo de la resistencia durante la ocupación nazi de Dinamarca, Jorn desarrolló la Trialéctica, un sistema de pensamiento con el que, como explican desde «Thinking football», quiso superar «el modo dual de pensamiento lógico occidental basado en la dialéctica. En opinión de Jorn, la dialéctica descansa sobre una lógica nosotros-ellos, amigo-enemigo que hay que superar y el modo de hacerlo es introduciendo un tercer elemento».
Jorn aplicó este sistema lógico a diferentes ámbitos de la vida. También al fútbol, que para el artista danés representaría «una metáfora perfecta del modelo dialéctico de enfrentamiento entre dos bandos enfrentados por sistema». Una metáfora, por ejemplo, de «la Guerra Fría, que Jorn vivió de cerca -explica el responsable de actividades de la Fundación Athletic Galder Reguera-. También en este caso existen dos bandos, Estados Unidos y la Unión Soviética, enemigos por sistema». Ante eso, Jorn apuesta por introducir un tercer elemento. Con éste se disuelve el modelo dual y los bandos están obligados a establecer alianzas y estrategias de colaboración. Aunque también se abra la puerta, en un mundo más cínico y posiblemente menos idealista del que aspiraba Jorn, a las traiciones. Como la vida misma.
Más que en un «todos contra todos», esta modalidad se basa en un juego de pactos y ruptura de los mismos. «Cada equipo ha de sopesar hasta qué punto le conviene mantener una alianza con otro equipo o bien romper una previamente pactada, aún cuando no se le haya comunicado al aliado».
Una filosofía que se traslada a un terreno de juego también diferente al habitual, no en vano se trata de un hexágono, con seis lados de treinta metros, sobre el que compiten tres equipos, compuestos por cinco futbolistas de campo y un portero, más cuatro jugadores suplentes.
Las reglas
Las reglas son parecidas, aunque no idénticas a las del fútbol tradicional. Con un árbitro más un juez de mesa pero sin linieres, porterías de fútbol siete, saques de banda y córners aunque no fueras de juego, posibilidad de tiempos muertos y una duración de 44 minutos divididos en tres tiempos, la mayor diferencia radica, probablemente, en el sistema por el que se decide el ganador. Que en este fútbol a tres es el equipo que menos goles encaja. Y en caso de empate, el que más haya marcado.
Aunque éso puede variar. Y es que no sólo es la primera vez que el «Three Sided Football» llega a Euskal Herria, también es la primera vez que lo practican futbolistas. «Hasta ahora lo habían hecho artistas -explica Reguera-, con lo que el punto de vista cambia». Los primeros en probarlo ya han reconocido, por ejemplo, que los 44 minutos se quedan cortos o que con las porterías de fútbol siete es bastante complicado hacer goles a guardametas de cierto nivel. Por eso, y esa es una de las curiosidades de esta experiencia -según Reguera, todo un «experimento sociológico» que, de hecho, será recogido en un reportaje que se estrenará el próximo mes de abril-, el reglamento se irá rediseñando con las aportaciones que realicen los jugadores participantes en el torneo que disputarán 37 equipos vizcaínos durante los próximos meses.
Fadura acogió ayer el primer encuentro de «Three Sided Football» en Euskal Herria. Tres equipos compuestos en su mayoría por exjugadores del Athletic ejercieron de conejillos de indias.
Con algunas dificultades iniciales -apenas habían entrenado esta modalidad- a la hora de ubicarse sobre el campo y, sobre todo, a la de conformar estrategias de colaboración y variarlas conforme se desarrollaba el choque, pero acabaron cogiéndole el gustillo a un partido que, para disfrute del espectador, ofreció goles y alternativas. Acabó ganando, aunque en la jornada de ayer fuera lo de menos, el equipo compuesto, entre otros, por Armando, Oskar Vales, Javi Luke o Jon Ander Lambea, que sólo encajó dos goles.
A la hora de valorar el experimento, entre los futbolistas hubo opiniones para todos los gustos. Incluso hubo quien reconoció que no le había agradado en absoluto, pero también algunos que se mostraban dispuestos a seguir probando o los que reconocían que se trata de una modalidad posiblemente más atractiva para practicar que para presenciar. A.U.L.