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Los inspectores de la troika en Grecia, entre la crítica al Gobierno y el optimismo

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Imanol INTZIARTE |

En una versión de la política del palo y la zanahoria, los inpectores de la troika (UE, FMI y BCE) desplazados a Atenas combinan las críticas al Gobierno griego con las declaraciones de optimismo sobre el futuro, que pasa por el informe que deberán presentar el próximo 24 de octubre y que será la clave de bóveda en la que se asiente la decisión de conceder o no a Grecia un nuevo tramo de ayudas de 8.000 millones de euros.

En el capítulo de críticas, el periódico germano «Welt am Sonntag» avanzó ayer unas manifestaciones de dos de estos inspectores, aperitivo de un artículo que se publica hoy completo.

El responsable de la delegación del FMI, el danés Paul Thomsen, considera que Atenas debe implementar ajustes mucho más severos de los que ya ha ejecutado. «Está claro que el programa no saldrá adelante si las autoridades no se deciden por el camino de unas reformas estructurales mucho más estrictas de lo que hemos visto hasta ahora», sentencia.

Por su parte, el alemán Matthias Mors, miembro de la Comisión Europea, destaca que «los griegos creen que basta con aprobar leyes. Pero la implementación tarda tiempo. Y muchas veces faltan las estructuras precisas, por ejemplo en la Agencia Tributaria».

Las zanahorias se reservan para los medios de comunicación helenos. El mismo Paul Thomsen declaró a la televisión pública Net que «las discusiones continúan, aún queda trabajo por hacer, pero creo que el resultado será positivo».

Desde la otra parte, el representante de Grecia ante el Fondo Monetario Internacional (FMI), Panagiotis Roumeliotis, declaró que el país necesitará casi con toda probabilidad una ampliación del segundo plan de rescate estipulado o bien iniciar un proceso de reestructuración de deuda para cubrir sus necesidades de financiación.

Reunión Merkel-Sarkozy

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reúnen hoy en Berlín para sentar las bases de un nuevo programa de recapitalización de la banca europea. El enésimo encuentro de urgencia de los dos líderes desde que se desató la crisis será para esbozar un mecanismo consensuado que permita aportar fondos públicos a la banca privada europea en el caso de que Atenas se vea abocada a un impago, una hipótesis cada vez más barajada.

El proyecto se presentará posteriormente al resto de estados que comparten el euro, probablemente en el próximo encuentro de líderes de la Unión Europea (UE) y la eurozona que se celebrará los días 17 y 18 de octubre en Bruselas.

Por su parte, el rotativo alemán «Frankfurter Allgemeine Zeitung» informó de que en círculos europeos se baraja la posibilidad de elevar el porcentaje de capital propio que se exige mantener disponible a las entidades financieras para reducir el impacto de un posible impago griego. Según el FMI, la necesidad de recapitalización de la banca europea se sitúa entre los 100.000 y los 200.000 millones de euros.

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