Exigen ante la cárcel de Basauri la puesta en libertad de Iparragirre
Las muestras de apoyo hacia Ibon Iparragirre se hicieron palpables ayer ante las puertas de la cárcel de Basauri, donde se exigió su inmediata puesta en libertad ante su grave estado de salud. Entre los asistentes se encontraba la madre del preso político de Ondarroa, que recibió la negativa del director de la prisión a mantener una reunión. La concentración concluyó al mismo tiempo que la visita programada que Iparragirre mantuvo con su padre y su hermano.
Ana ABARIZKETA |
Las muestras de solidaridad con el preso político ondarroarra Ibon Iparragirre Burgoa no cesan. Ayer, ese apoyo se visibilizó ante los muros de la cárcel de Basauri, adonde ciudadanas y ciudadanos procedente de diversas localidades se acercaron para exigir su inmediata puesta en libertad bajo el lema «Iparra galdu baik, Ibon etxea». Durante el tiempo que se prolongó la concentración, también se corearon gritos reclamando la repatriación de las presas y presos políticos y la excarcelación urgente de quienes se encuentran enfermos.
Tal y como relató a GARA una de las participantes en la movilización, unas 500 personas se habían reunido a las puertas de la prisión hacia las 11.30. Desde Ondarroa, localidad natal de Iparragirre, se pusieron a disposición de los ciudadanos autobuses para poder desplazarse hasta Basauri. Las personas que se acercaron hasta allí no cesaron de gritar mensajes de apoyo al preso, con la esperanza de que éste pudiera escucharlos.
Mientras, la madre y una representante de Ondarroako Herri Bilgunea intentaron hablar con el director del centro penitenciario para trasladarle su preocupación por su grave estado de salud. Un día antes habían solicitado una reunión con el mismo, pero ayer se negó a recibirlas. Ante esta negativa, decidieron entregar a la Ertzaintza -unas diez furgonetas custodiaban la puerta de la cárcel- la justificación enviada mediante fax el día anterior.
La movilización coincidió con la visita que tenían programada previamente el padre y el hermano de Ibon Iparragirre. Todos los presentes esperaron a la salida de ambos, hacia las 13.30, y les recibieron con expresiones de ánimo. Entonces, se decidió dar por finalizada la concentración, mientras los allegados recibían las últimas impresiones sobre cómo evoluciona el estado de salud de Iparragirre.
La situación es «extrema»
En las últimas semanas se viene alertando del estado de salud de Ibon Iparragirre y, el pasado jueves, médicos y sicólogos que trabajan con presos políticos en la asociación Jaiki Hadi hacían pública su preocupación en una rueda de prensa en la que quedó de manifiesto la gravedad de las afecciones que padece .
Estos facultativos advirtieron de la transcendencia de que sea liberado inmediatamente, ya que la permanencia en la cárcel «no haría más que acelerar su deterioro y un desenlace fatal». Como indicaron, una simple infección o contagio podría resultar irreversible para Ibon Iparragirre.
Los médicos de la asociación de Jaiki Hadi han alertado de que en dos semanas la carga viral de Iparragirre, portador del VIH desde los 20 años, «casi ha triplicado» los índices anteriores, pasando de 84.000 a 232.000, parámetros que indican «un estado avanzado de su enfermedad».