GARA > Idatzia > Kultura

Crónica | Recuerdo a Sergio Maquirriain

El último maestro tallador de sílex de Iruñea se convierte en personaje de un cuento infantil

Sergio maquirriain falleció hace un año en un accidente de tráfico. Le fascinaba la prehistoria, pero no se quedó únicamente en los libros, sino que se acercó a ella desde un punto de vista práctico, a través de las herramientas que se utilizaban cuando la humanidad daba sus primeros pasos. Así llegó a ser uno de los mejores talladores de piedra sílex de Europa.

p042_f01_100x100.jpg

Aritz INTXUSTA
 
La talla del sílex supuso uno de los más importantes avances en la historia de los primeros hombres. Se trata de un mineral muy duro, que se rompe en escamas cortantes. Gracias a esta piedra, los primeros grupos humanos se dotaron de «garras» y «dientes» que les volvieron capaces de enfrentarse a bestias más grandes y peligrosos. La comprensión de la técnica y de los yacimientos del mineral son claves para comprender cómo el hombre comenzó a distanciarse del resto de los animales.
 
El arte de la talla del sílex es complejo. Consiste en conseguir que salten las escamas hasta conseguir un filo cortante, pero sin que la herramienta se rompa. Sergio Maquirriain tenía un increíble talento como tallador. Según recuerda su amigo Patxi Razquin, su talento era muy apreciado por museos y excavaciones de toda Europa, que le llamaban para que elaborara réplicas de las hachas y cuchillos que encontraban en los yacimientos. Razquin acaba de publicar un cuento bilingüe destinado a los niños, en el que aparece Maquirriain como el tallador de una tribu prehistórica. «Pienso que a Dios se le traspapeló algo e hizo nacer a Maki en una época que no le correspondía», explicó ayer en la presentación del libro.
 
«Tenía un talento extraordinario. Para la presentación del libro he roto unas piedras de sílex para regalarlas a los presentes y mira cómo me he dejado las manos», continúa Razquin, que extiende los dedos llenos de pequeños cortes. Junto a la presentación del cuento «Mi amigo M el prehistórico y su grupo», que se realizó ayer en el restaurante El Embrujo de Iruñea, se inauguraba ayer una pequeña exposición de las tallas del iruindarra. Había hachas sobre mango de madera y otras incrustadas en cuernos de ciervo, delgadísimas puntas de flecha, cuchillos con puntas de obsidiana y sílex incrustados sobre dientes de animales....

Un cuento didáctico
 
La intención de Razquin es rescatar del olvido la figura de este apasionado de la prehistoria, una afición que le llevaría a competir en singulares certámenes de tiro al blanco con arco y lanza con réplicas de instrumentos de hace más de 10.000 años. Además, el autor pretende inculcar esta afición por el hombre primitivo en los niños, ya que la historia y las ilustraciones van mostrando las herramientas que empleaban los cavernícolas. En la primera página aparece la porra con la que se golpea el sílex para extraer las lascas. El cuento arranca hace 15.000 años, con un joven M golpeando con esa porra un gran trozo de sílex para fabricar las armas con las que el grupo se enfrentará al hostil entorno.
 
Un poco más adelante, Razquin se adentra en la vida en el interior de las cavernas, mostrando las primeras agujas, collares o instrumentos como el propulsor,  caña que venía a ser la versión neolítica de un spray. Los primeros hombres colocaban la palma de su mano contra la pared y luego, soplando con fuerza dentro de la caña, arrojaban la pintura contra la roca, fijando así la huella de la mano sobre un fondo de pintura. En el centro del cuento, aparecen fotografiadas varias de las réplicas de esas herramientas que fueron construidas por el propio Maquirriain.
 
En la presentación de ayer, estuvieron presentes la madre y la mujer de Maquirriain y también el alcalde de Iruñea, Enrique Maya, quien conoce desde hace muchos años a Razquin y quien se comprometió a impulsar en lo que fuera al joven iruindarra y a su peculiar arte.
Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo