Su peña acudió a la París-Tours para acompañar al de Raspaldiza como durante toda su carrera
Isasi vivió un final acorde a una trayectoria de sacrificio
Todo Euskaltel se quedó cortado y tuvo que hacer 80 kilómetros contra el viento solo con Oroz y Azanza.
Joseba ITURRIA
La última carrera de Iñaki Isasi fue un reflejo de lo que ha sido su trayectoria de once temporadas como profesional al pegarse una auténtica paliza lejos de las cámaras de televisión para poder acabar la prueba y permitir que los maillots naranjas del Euskaltel se pudieran ver en la meta de la París Tours.
Todos los integrantes del equipo vasco se vieron sorprendidos en un abanico que se formó en el control de avituallamiento y quedaron en un último grupo en el que el resto de sus integrantes se desentendieron de la carrera con la mente puesta en subirse a los coches y no recorrer los 230 kilómetros.
«Fue una carrera muy difícil para Euskaltel, como todas las llanas de viento. La carrera se rompió muy pronto en el avituallamiento. Estábamos cogiendo las bolsas y nos pilló mal colocados. Sufrimos mucho, pero deja mejor sensación acabar que retirarme. También por el equipo, que tenía que hacer lo posible por acabar. Retirarnos todos no es buena imagen. Hicimos todo lo posible con mucho viento de cara durante 80 kilómetros solos. Fue complicado, se hizo largo, pero Azanza y Oroz me echaron una mano. Son buenos amigos y sabían que era mi última carrera y que quería acabarla», explica Isasi.
Una llegada especial
En Tours le esperaban los miembros de su peña que le han acompañado por toda Europa estos once años en los que el nombre de Isasi ha sido uno de los más pintados en las carreteras: «Me han apoyado toda mi carrera y quisieron estar el último día. Se han volcado siempre y es lo que queda de estos años. Los triunfos y las buenas actuaciones se olvidan, lo que quedan son las amistades que haces dentro y fuera del pelotón y es bonito que por mi culpa se junte un grupo de gente y lo pasen bien viajando y apoyándote».
Se despidió a los 34 años sin que se le pudiera ver en la televisión, como casi siempre. Ha sido un trabajador que casi ha hablado más con los medios estos días que en toda su carrera. Ha asumido a gusto ese sacrifico y trabajo oscuro tan valioso que ha llevado a su equipo a incluirle en el equipo en seis Vueltas, cinco Tours y un Giro: «Me ha tocado trabajar más para los líderes y así he estado contento haciendo mi trabajo».
Txente García, uno de los ejemplos de corredor de equipo, decía que hay que intentar ser el mejor en algo, aunque sea de gregario. Isasi comparte que «lo importante es saber cual es tu sitio y aprovechar tus cualidades. No he ganado carreras y me costaba rematar. He intentado ayudar a compañeros y lo he hecho lo mejor posible. No habré sido el mejor gregario, pero el equipo ha confiado en mí en carreras importantes».
Ese trabajo le ha valido para estar once años como profesional cuando al subir parecía casi que lo hacía por ser el hermano de Josu, que destacaba más en el campo amateur. Se hizo ciclista siguiendo a su hermano y también a su padre, que fue profesional, y recuerda que «Josu destacaba más que yo, pero aquí no se trata de destacar. Hay que estar en el momento justo en el lugar adecuado y yo estuve y él no tuvo esa suerte. Fue triste para mí cuando le tocó dejarlo».
A la hora de hacer balance destaca que «en el plano personal lo mejor fue mi Tour del 2006 -con un tercer puesto en una etapa ganada por Freire- y toda esa temporada. Y, como no he conseguido ningún triunfo, me quedo con los del equipo, los de este año en el Giro y el Vuelta en Bilbao y otras carreras que ganaron Laiseka, David, Mayo en la Dauphiné, que en su momento fueron importantes y han sido muy bonitas». Y es que las suyas han sido las victorias del equipo. Para eso ha trabajado... y trabajará en el futuro.
Isasi ha preferido pasar a ser director que seguir como ciclista desde su seguridad de que Euskaltel-Euskadi seguirá en el pelotón a pesar de la incertidumbre que provocaron las recientes palabras de Ardanza sobre el final de su patrocinio en 2012: «Es difícil pensar que el equipo puede acabar después de lo que se ha ganado este año y de lo contenta que está la afición y todo el pueblo vasco con el equipo. Son momentos malos para el patrocinio y todo puede pasar, pero este equipo no puede desaparecer».
El adiós de Igor González de Galdeano también ha generado incertidumbre, pero Isasi espera que los que quedan puedan sustituirle: «Debemos aprender, Igor nos ayudará hasta final de año y tenemos a Miguel Madariaga, apoyo importante para recibir golpes y dar la cara. Aportaremos nuestro trabajo y podemos hacerlo bien».
Cuando le plantearon esta opción «no he dudado porque llegas a una edad en la que pocos años de ciclista me podían quedar y una oportunidad así no volvería a presentarse. Es bonito e ilusionante seguir en el ciclismo sin que te duelan las piernas. He sido fiel y trabajador en el equipo. Han decidido darme la opción e intentaré aprovecharla». Joseba ITURRIA
«Sufrimos mucho, pero deja mejor sensación acabar que retirarme. También por el equipo. Retirarnos todos no es buena imagen. Fue complicado, pero Azanza y Oroz me echaron una mano. Son buenos amigos y sabían que era mi última carrera y que quería acabarla».