El próximo lunes entrará en funcionamiento un servicio de atención telefónica gratuito, que estará activo las 24 horas del día, para atender ancianos que puedan estar sufriendo un caso de maltrato, así como a cualquier persona que detecte situaciones de esta naturaleza. Se trata del teléfono 900 855 001 y serán profesionales del servicio de teleasistencia BetiON los que se encarguen de atender las llamadas y de derivar los casos, si procede, a servicios especializados.

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales del Ejecutivo de Lakua, Gemma Zabaleta, anunció ayer la puesta en marcha de este servicio, que destacó como pionero en el Estado español en el ámbito del maltrato a ancianos, aunque ya existente en otros países europeos como el Estado francés.

El servicio forma parte de una campaña de prevención del mal trato a mayores que tendrá como lema «No dejes que ocurra», y que saldrá a la calle también el próximo lunes.

Zabaleta explicó que las autoridades europeas definen el maltrato como «todo acto u omisión cometido contra una persona mayor que atente contra su vida, su seguridad económica, su integridad física y su libertad o comprometa grave- mente el desarrollo de su personalidad».

El maltrato «sutil»

La consejera de Empleo y Asuntos Sociales apuntó, asimismo, que existen situaciones de carácter «sutil» o «silencioso», que suponen por ejemplo «la indiferencia, el menosprecio o la infantilización».

A partir de las conclusiones de un estudio elaborado por el mismo departamento el pasado año, se estima que alrededor de 13.000 residentes en la CAV mayores de 60 años podrían estar sufriendo algún tipo de maltrato. El informe señala que esas personas presentarían síntomas como ansiedad, depresión, falta de higiene o habitabilidad de su vivienda y, en los casos más graves, también lesiones físicas como moratones, quemaduras o malnutrición.

A partir de esos datos, Zabaleta destacó la necesidad de hacer «visible» esa problemática que, si bien «no está generalizada en Euskadi», no puede dejar de atenderse dentro de una apuesta por «un envejecimiento progresivo pero con salud, dignidad y derechos».

Precisó, asimismo, que el teléfono funcionará como experiencia piloto durante los primeros seis meses con el fin de continuar, una vez analizadas y determinadas las necesidades y demandas reales.