Antonio Alvarez-Solís | Periodista
Enanos
Sobre 1990 el Estado norteamericano de Florida derogó la ley que autorizaba el lanzamiento de enanos contra la pared en los clubes nocturnos de Miami. Al parecer este tipo de deporte, muy popular entre la gente alegre de la noche, llegó a suponer grandes ingresos tanto para las boites como para la Administración estatal. Han pasado veinte años desde aquella decisión y la situación americana se ha agravado. Por ello el congresista Ritch Workman ha solicitado que la ley sea restaurada a fin de reconquistar una fuente de ingresos y de empleo muy sólida tanto para el Estado de Florida como para los mismos enanos sobrevivientes. Ya se decía en los 90 que no había nada mejor que ser enano en Estados Unidos. Incluso se llegó a importar a estos pequeños seres.
Como era de esperar, se han producido duras reacciones contra el Sr. Workman, pero la cuestión sigue en debate. Las gentes nocherniegas, que son personas de gasto vivo y revitalizante, defienden la restauración del mencionado deporte, que consiste en sujetar fuertemente a los enanos por los tobillos, dar unos giros con ellos en el aire y acabar con un lanzamiento brillante a la pared.
No sé lo que pensarán los enanos de esta situación, sobre todo sin están parados y sin seguridad social, pero admito que, según las tesis del gobernador del Banco de España, todo tipo de empleo debe ser desregulado a fin de salir de la crisis. Por lo tanto, el futuro puede también en España explotar esta magnífica especialidad.
Lo que yo me planteo es que de aprobarse nuevamente tal práctica, sería conveniente ampliarla al lanzamiento de congresistas, diputados y gobernadores de los Bancos nacionales. Esto hay que desembarrancarlo como sea.