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Lagun Aro GBC suma otra derrota ajustada

A falta de más defensa, más rebote y buena suerte

Freeland y Valters decidieron un partido vibrante, en el que Baron y Neto erraron sus triples definitivos.

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LAGUN ARO GBC 92

UNICAJA 95

Arnaitz GORRITI

Los detalles son los que deciden los partidos. Por ejemplo, si el lanzamiento que anotó Panko sobre la bocina del segundo cuarto hubiera sido válido; si Lagun Aro GBC no hubiera sufrido bajones de tensión en su defensa cada vez que abría una pequeña renta; si cualquiera de los triples finales que erraron Jimmy Baron y Raulzinho Neto hubieran entrado... Si algún condicionante se hubiera cumplido, el conjunto donostiarra hubiese sumado su primer triunfo de la campaña. Pero no se cumplieron, y pese a mostrar un nivel notablemente superior al del estreno hace ahora una semana, Lagun Aro Gipuzkoa Basket suma su tercer tropiezo tras un nuevo final ajustado.

Faltó defensa en el conjunto de Sito Alonso, que vio cómo jugadores como Darden, Fitch, Valters y sobre todo Freeland superaban la blanda retaguardia donostiarra. Faltó rebote, sobre todo porque Unicaja lanzó con buenos porcentajes -fruto de la comentada flojera defensiva de Lagun Aro GBC- y cerró bien su canasta. Y sobre todo faltó suerte, porque siempre le sale cruz la moneda al aire de los últimos segundos. «No nos dejemos abandonar», les decía Sito Alonso a los suyos en uno de los tiempos muertos finales, con 82-87 en el marcador, pero es que con tantos detalles en contra, no extraña que la desesperanza arraigue.

Partido vibrante

Fue una lástima la derrota guipuzcoana, porque lo hicieron casi todo para ganar. Sobre todo en ataque, los veteranos Panko -27 tantos, 16 al descanso- y Vidal tiraron del carro en momentos puntuales, dejando canastas de auténtica gloria.

Asimismo, Salgado, Raulzinho Neto o Papamakarios -que en los dos primeros partidos no sumó un punto- también tuvieron grandiosos momentos anotadores, aprovechándose de que Unicaja tampoco es que estuviera muy atinado en defensa. El propio Jimmy Baron, que de puro ansioso no está nada acertado -1 de 5 en tiros de dos, 2 de 10 en triples-, dio la última ventaja a los locales, con un «tres más uno» que ponía el 90-89 y hacía vibrar al graderío.

El martirio del juego interior

Pero aún le falta a este Lagun Aro GBC. Por ejemplo, en el juego interior. Adeleke no jugó, y por si acaso hasta Julen Olaizola estaba convocado. Mientras, Panko se multiplicaba jugando de alero y ala-pívot -se le notó cierto bajón, aparte del acierto en el tiro, después del descanso-, pero Lorant aún precisa tiempo para adaptarse a la categoría, y Doblas y Betts tienen un muy serio problema de faltas.

Aparte, hasta la fecha, los interiores de Lagun Aro GBC están para bloquear y rebañar rebotes ofensivos, pero apenas si cuentan balones para ellos.

En contraposición, jugadores como Freeland o Sinanovic, que con sus 2,22 metros influye a los rivales con su presencia, incidieron en el partido en demasiados minutos. Sobre todo el pívot británico, que asumió los galones del equipo andaluz, sin que le temblara el pulso al poste bajo, ni en los tiros libres, ni en el tiro de media distancia.

Kristaps Valters fue otro de los grandes protagonistas del último cuarto. El base letón sufrió ante Neto, pero barrió a Salgado -por ello Sito Alonso se la jugó con el brasileño en los últimos minutos-, logrando 11 de sus 13 puntos en el cuarto final, incluidos los dos tiros libres que ponían el 92-95 definitivo.

Los donostiarras ahora afrontan dos choques fuera de casa: Estudiantes y CAI Zaragoza. Ojalá siga la mejora, porque de ahí han de llegar los resultados.

 

 

Acordándose de los errores en el tiro libre del partido de Valladolid

Resultó curioso ver cómo Lagun Aro GBC realizó una impecable sesión de 18 aciertos de otros tantos lanzamientos desde la línea de tiros libres. Unicaja lanzó 11 tiros libres más, aunque anotó sólo 23. Cosas de abusar del tiro de tres en vez de buscar la penetración.

La lástima de este acierto pleno llega tras repasar los últimos minutos del duelo frente al Valladolid, donde los hombres de Sito Alonso erraron cuatro tiros libres en los últimos minutos, entre ellos uno de Baron que barrió Robinson, forzando la prórroga. De haberlo metido, el casillero de victorias guipuzcoano no seguiría a cero. A. G.

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