Hondarribia - Irun 60

Gran Canaria 64

El remozado Hondarribia-Irun no pudo empezar con buen pie la Liga Femenina 2011/12, después de caer ante Gran Canaria en el pabellón Hondartza. Una derrota dolorosa -en cuanto que se produce ante un digno rival, destinado en principio a vivir en mitad de la tabla- que sirve como listón para un conjunto hondarribiarra, que debe pelear para lograr sus primeros partidos cuanto antes, con el fin de evitarse nervios e inseguridades, tan propios en un conjunto con una ingente cantidad de jóvenes jugadoras.

Fruto de esa falta de tablas, Hondarribia-Irun pagó muy caro un mal arranque, un 15-21 en contra que no terminó de voltear en el resto del partido, por mucho que éste resultara de lo más igualado y llegara a ponerse en cabeza pocos minutos antes del descanso.

De hecho, el error de las locales fue doble. Tras llegar al descanso con cinco puntos de desventaja, 32-37, el Gran Canaria volvió a marcharse, hasta un 32-46 que resultaría una losa demasiado pesada, ya que los acercamientos de Hondarribia-Irun no llegarían siquiera al empate, a pesar de rozarlo.

Moss desequilibra

Las de Pepelu Mujika echaron de menos un acierto mayor desde más allá de los 6,75 metros, donde sólo cosecharon un acierto de 10 intentos. Por contra, supieron dar la réplica al poderoso pero joven juego interior grancanario -Vanessa Ble tiene 20 años y Astou Ndour, 19-, sobre todo de la mano de la brasileña Franciele Nascimento, que sumó 14 puntos y 11 rebotes, siendo la más destacada del cuadro guipuzcoano. La chilena Tatiana Gómez Kehsler aportó a su vez 12 tantos y 7 rebotes.

Mientras, su rival abusó del lanzamiento de tres -lo ensayó hasta en 26 ocasiones, con sólo 7 aciertos-, con jugadoras como las jóvenes Patricia Argüello y Yurena Díaz martilleando el aro hondarribiarra, con Astou Ndour sumando puntos y rebotes más que interesantes para los intereses del cuadro isleño -lograría 12 tantos y 10 rebotes la joven y espigada pívot africana con nacionalidad española-.

No obstante, fue la estadounidense D'Andra Moss la que determinó la suerte del partido. Sus porcentajes fueron malos, -8 aciertos de 28 lanzamientos-, pero no le tembló el pulso para lanzar, y sus compañeras la supieron buscar, de modo que acabaría con 21 tantos y 7 rebotes.

Las canastas se volvieron muy caras en los últimos instantes. Pero Moss logró apuntillar a las de Pepelu Mujika gracias a una bandeja y dos tiros libres. Sin duda, Hondarribia-Irun pagó su doble mala arrancada.