El cine es para los valientes, para quienes están dispuestos a superar los prejuicios existentes. La productora catalana Escándalo Films no solo se ha atrevido a hacer ciencia-ficción en un mercado donde el género parece estar maldito, sino que además se sale del supuesto esquema cerrado que la situaba como una lanzadera de nuevos valores del cine más intimista y minoritario, con la realizadora Mar Coll a la cabeza.

La propuesta de Kike Maillo rompe con todos esos presupuestos, al intentar conciliar la obra personal con el cine de género que quiere llegar al máximo número posible de espectadores. Para ello, ha tenido que cuidar la factura técnica y desarrollar unos efectos especiales competitivos, sin dejar de lado el lado sensible de la narración. El futuro que imagina en «Eva» se sale del tópico de las grandes metrópolis hiperdesarrolladas, prefiriendo los entornos rurales. De este modo da a entender que, a pesar del avance tecnológico, la sociedad conserva su naturaleza emocional. Aún así, la convivencia entre los seres humanos y los artificiales no resulta nada fácil.