Mikel INSAUSTI

Sarah Jessica Parker se ha rodeado del mejor equipo técnico y artístico disponible hoy en día por parte de una comedia de Hollywood, pero ni así funciona un vehículo pensado para el cambio de registro de la actriz. Los distribuidores han sustituido el título en inglés de “I Don’t Know How She Does It” por el de “Tentación en Manhattan”, para que el público asocie de inmediato su nueva película con el éxito continuado de “Sexo en Nueva York”. Comparando ambos productos lo único que consiguen provocar en una gran decepción, porque la Kate que aquí interpreta no tiene nada que ver con la Carrie de la famosa serie. Ya no es una mujer independiente preocupada por la moda y el lujo, sino una señora casada que intenta compaginar la vida profesional y la familiar. No es otra que la protagonista de la novela “La vida frenética de Kate”, libro que la periodista irlandesa Allison Pearson ha convertido en un éxito mundial de ventas. No se puede decir otro tanto de la versión cinematográfica, y eso que el guión es obra de Aline Brosh McKenna, la misma que dio en la diana con “El diablo viste de Prada”.

Tampoco el realizador Douglas McGrath, al que se ha solido asociar con Woody Allen a raíz de su colaboración en “Balas sobre Broadway”, es capaz de sacar la adaptación adelante. En ningún instante transmite la sensación de poder crear otro fenómeno femenino en la pantalla similar al de Bridget Jones, debido a que Kate Reddy y su historia resultan previsibles de principio a fin. Lo que la protagonista hace o deja de hacer nunca despierta interés, teniendo en cuenta que una de sus mayores preocupaciones es la participación en una subasta de postres para el colegio de sus hijos. El supuesto romance con el atractivo compañero de reparto interpretado por Pierce Brosnan es del todo inviable, así que no causa sorpresa su vuelta al hogar. La inmensa mayoría de las mujeres que trabajan dentro y fuera de casa no van a sentirse representadas de ninguna de las maneras por Sarah Jessica Parker.