Condenas y gravedad de los hechos
Los tartazos que ayer lanzaron a la presidenta de Nafarroa, Yolanda Barcina, cuando asistía a la reunión del Consejo Plenario de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos en Toulouse, fue objeto de la condena del Parlamento de Iruñea, si bien Bildu se abstuvo por considerar que dicha acción no es motivo de declaración de condena en un parlamento. No obstante, la formación abertzale se mostró contraria a dicha forma de actuación como expresión política. UPN y PSN, mostrando una extrema sensibilidad extrema por la anécdota sucedida en Toulouse, arremetieron contra Bildu con frases como «se empieza justificando agresiones de este tipo y se acaba justificando toda la violencia, incluida la terrorista», en el caso del portavoz de UPN, Carlos García Adanero, o «esto es de suma gravedad, me da la sensación de que Bildu no ha entendido nada de la nueva situación política». Sin embargo, quienes tan bien dicen haber entendido la nueva situación política, esos que tanto han condenado y exigido condenas no sólo jamás han condenado un sólo accidente de familiares de presos políticos, sino que tampoco tuvieron la decencia ni de mencionar el que sufrió la portavoz de Bildu en ese Parlamento, Bakartxo Ruiz, que resultó herida cuando se dirigía a visitar a su hermano. Se empieza justificando la represión de los familiares de presos ¿y dónde se acaba?