Un tribunal británico da luz verde a la extradición de Assange a Suecia
El fundador de Wikileaks, Julian Assange, se encuentra más cerca de la extradición a Suecia, tras la decisión del Tribunal Superior de Londres, que ayer rechazó el recurso presentado por la defensa y dio luz verde a que sea entregado a las autoridades suecas para que responda de las acusaciones de violación y agresión sexual. Los jueces rechazaron los argumentos de la defensa, que sostenía que la extradición es contraria a la ley.
GARA | LONDRES
El fundador de Wikileaks, el australiano Julian Assange, se encuentra cada vez más acorralado entre la petición de extradición a Suecia, más probable tras la decisión judicial de ayer, y el boicot económico que ha llevado a cerrar el portal que divulgó los secretos diplomáticos de multitud de estados de todo el mundo, entre ellos Estados Unidos. Assange ve la mano de la venganza estadounidense detrás de todo ello.
El Tribunal Superior de Londres dio ayer un nuevo paso en esa dirección al confirmar la extradición de Assange a Suecia, una sentencia que llega después de once meses de batalla jurídica, aunque aún puede ser recurrida ante el Tribunal Supremo.
Los dos jueces encargados del caso rechazaron en sus conclusiones los argumentos de la defensa, según la cual la demanda de extradición era «injusta y contraria a la ley», porque la euroorden fue emitida por un fiscal y no por una «autoridad judicial».
Assange, reclamado en Suecia por supuestos delitos de violación y agresiones sexuales, dispone de 14 días para recurrir, aunque ayer no dio pistas sobre sus intenciones.
Estudia el recurso
En una breve declaración a la salida del tribunal entre un bosque de cámaras y micrófonos, Assange dijo que «considerará las medidas a seguir» y se quejó de que no le han imputado ningún cargo, insistiendo en que la euroorden cursada por las autoridades suecas, que motivó a su detención en diciembre del año pasado, es «tan restrictiva» que no estudia las pruebas de su caso, por lo que hace que la entrega sea prácticamente automática.
Los jueces precisaron que un eventual recurso ante el Tribunal Supremo sería objeto de una audiencia posterior, en una fecha aún no fijada. En cualquier caso, esta última apelación está sometida a condiciones dacronaianas: puede ser aceptada por el Tribunal Superior o por el Supremo sólo si se refiere a una cuestión jurídica de interés general, es decir, que sobrepase el caso específico de Assange.
El fundador de WikiLeaks, de 40 años, está acusado por dos mujeres suecas de haber mantenido relaciones «obligadas y sin protección» en agosto de 2010, lo que Assange niega.
Impasible, Julian Assange, con un traje oscuro, tomaba notas ayer mientras el presidente del Tribunal, sir John Thomas, rechazaba uno a uno los argumentos expuestos por la defensa para rechazar la primera decisión de extradición, formulada el pasado febrero.
El Tribunal Superior rechazó sobre todo el argumento según el cual ciertos hechos calificados de violación en Suecia podrían considerarse un acto no consentido en Gran Bretaña.
«Es difícil ver que una persona pueda razonablemente decir que está de acuerdo si afirma que dormía», estima la Corte, que añade «que además el consentimiento no se habría dado sin preservativo».
Una de las denunciantes sostiene que Assange mantuvo relaciones sexuales sin protección a pesar de haberle pedido de forma explícita el uso de preservativo. La otra le achaca haberse aprovechado de que estaba dormida para imponerle un una relación sexual.
El Tribunal ha rechazado también el argumento según el cual la extradición no era «proporcionada» destacando la gravedad de las agresiones sexuales. También afirma que el mandato de detención europeo es legal, pese a la opinión contraria de la defensa.
Maquinación política
El australiano fue detenido en diciembre en Gran Bretaña por una orden de arresto europea. Assange niega los hechos que se le imputan y denuncia una maquinación política vinculada a la divulgación en Wikileaks de cientos de miles de telegramas diplomáticos estadounidenses desde noviembre de 2010, lo que le convirtió en la «bestia negra» de Washington. Fue precisamente tras esa difusión cuando surgieron las acusaciones contra Assange.
La defensa de Assange alega que su entrega sería «injusta e ilegítima» y opina que el proceso judicial está alentado desde Estados Unidos.
La semana pasada, el portal anunció que dejaba de divulgar secretos oficiales por falta de financiación. Wikileaks señaló que suspendía la divulgación de documentos secretos por el boicot que le hacen entidades estadounidenses como el Bank of America, Visa, Mastercard, PayPal y Western Union, que no admiten hacer donaciones privadas al portal. El fundador de Wikileaks, al que se le asignó residencia en Gran Bretaña mientras esperaba la decisión de la justicia, vive en la granja de un amigo, a dos horas de Londres. Está sometido a restricciones de horario y lleva una pulsera electrónica. En una biografía «no autorizada» publicada en setiembre, Julian Assange desmintió una vez más las violaciones que se le atribuyen, afirmando que «puede ser un falócrata pero no un violador (...) Estas dos mujeres han tenido relaciones sexuales conmigo plenamente consentidas». Assange calificó de «inacabada» e imprecisa la biografía y dijo que lo único que buscaba la editorial que la publicó era «ganar dinero»
Las acusadoras, aliviadas
Por su parte, las dos mujeres que denunciaron a Assange, se mostraron ayer «aliviadas» por la decisión del Tribunal Superior de Londres de dar luz verde a su extradición a Suecia.
«Sienten un cierto alivio. Vivir en esta incertidumbre les ha provocado una fuerte tensión, ya que ellas mismas fueron atacadas. Pero han podido volver a hacer una vida normal», afirmó en Estocolmo su abogado, Claes Borgström, que se mostró de acuerdo con la interpretación de los jueces y resaltó que la orden de arresto es «clara».
«Ha sido detenido en ausencia por el tribunal de segunda instancia de Svea, sospechoso entre otras cosas de violación, y debe ser entregado a Suecia. Los tribunales ingleses no tienen que probar nada contra él, eso será cosa de los tribunales suecos», dijo Borgström.
La apelación de Assange contra el dictamen de febrero pasado de un juez del tribunal de Belmarsh (sur de Londres), que ya había aprobado la extradición, no es más que un intento por retrasar lo inevitable, según el abogado de las denunciantes. «Honestamente no entiendo por qué actúa así, igual tiene malos consejeros», afirmó Borgström.
La redacción de la publicación satírica francesa «Charlie Hebdo», que publicó un número especial bajo el nombre de «Charia Hebdo», en alusión a la ley islámica, fue destruida ayer por un incendio provocado. El diario, que vende en torno a 60.000 ejemplares, decidió hacer de Mahoma «el redactor jefe» de esta edición para festejar la victoria del partido islamista Enhad en Túnez y el anuncio de que la sharia será la principal fuente de legislación en Libia. En la portada, una caricatura de un alegre Mahoma con las palabras «cien latigazos, si no se muere de la risa»,
El incendio comenzó sobre la 1.00 en el barrio del distrito XX, probablemente después del lanzamiento de un cóctel molotov, según la Policía. La planta baja y el primer piso del edificio se quemaron totalmente. También su página web fue pirateada y reemplazada por otra con la imagen de una mezquita de La Meca llena de peregrinos y las palabras «No hay más dios que Alá». Según el director, el ataque está directamente unido a la publicación de este número pero aseguró que llegará a los quioscos. «La provocación se hace todas las semanas. Es nuestro trabajo. También es un un diario de actualidad. Se decidió tratar lo que pasaba en Túnez y Libia. En «Charlie Hebdo» se hace humor. No hay ningún dibujo con el profeta con una bomba en el turbante», sólo se presenta como un bromista. Desde el anuncio de la publicación de ese número, recibió amenazas e insultos en Twitter, Facebook y cartas que la dirección enviará a la Policía.
La redacción manifestó estar contra «todos los integrismos religiosos, pero no contra los musulmanes practicantes. Estamos con la primavera árabe, pero contra el invierno de los fanáticos». GARA
El Tribunal rechazó que en Gran Bretaña pudiera considerarse consentida lo que en Suecia supone una violación. Además, defendió la proporcionalidad de la medida de extradición dadas las acusaciones, así como su ajuste a ala legalidad.
Assange sostiene que la acusación responde a una maquinación urdida desde Estados Unidos por la difusión en Wikileaks de miles de telegramas diplomáticos secretos.
El abogado de las acusadoras, que dijeron sentirse aliviadas, insistió en que los tribunales británicos no tienen que probar nada contra Assange, sino responder a la orden de extradición que, a su juicio, es clara e inevitable.
La cadena Al-Jazeera de Qatar cumple 15 años afirmando haber contribuido a la «primavera árabe», en medio de la controversia sobre su línea editorial, considerada favorable a los islamistas. «En esta ocasión, celebramos también la primavera árabe, ya que nuestra cobertura ha ayudado a consolidar en el ciudadano árabe la conciencia de sus derechos y sus causas», indicó a France Press Sawaq Mustafa, periodista argelino recién ascendido a director del canal árabe. Al-Jazeera «es un socio de la revolución árabe», dijo a la prensa qatarí el líder islamista tunecino Rached Ghannouchi, cuyo partido Ennahda ganó las elecciones. En plena primavera árabe Al-Jazeera Satellite Network dio un cambio de timón, en circunstancias poco claras, con la salida en setiembre de su director general de origen palestino, Wadah Khanfar, que tenía simpatías islamistas. Su dimisión llegó unos días después de las revelaciones de Wikileaks que unieron su nombre a una cierta complacencia de Al Jazeera respecto a Estados Unidos en la cobertura de noticias.
Desde su creación, Al-Jazeera fue el medio de comunicación «más controvertido en el mundo», indicó el nuevo dueño del grupo, el jeque Ahmed bin Jassem Al-Thani, miembro de la familia gobernante, que rechazó los rumores sobre un cambio en la política. «No vamos a cambiar nuestra línea editorial, que nos conduce al éxito». Sin embargo, el director del diario qatarí Al-Arab, Ahmed al-Ramih, ve en los cambios en la dirección «un deseo de equilibrar la línea de la cadena, que parecía en favor de ciertas corrientes políticas», en referencia al islamismo.
Nació por la voluntad de Qatar, y parece contar con medios ilimitados. Al-Jazeera ha revolucionado el panorama de la televisión árabe. Hoy, además del canal de noticias continuas y su red global de corresponsales, Al Jazeera tiene un canal de información continua en inglés, un canal dedicado a los documentales, una docena de cadenas de deporte, una reservada al directo y un canal infantil. Tiene más de 65 oficinas en todo el mundo con más de 3.000 empleados. Su principal competidor en el mundo árabe es Al-Arabiya, de propiedad saudí, con sede en Dubai y tono mucho menos militante. Fayçal BAATOUT (AFP)
