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CRISIS EN LA EUROZONA

Comienzan las esperadas presiones para que el Gobierno griego recule

Advertencias, ultimatums, amenazas más o menos veladas... La decisión del Gobierno griego de convocar un referéndum para aprobar o rechazar el nuevo plan de rescate, que incluye la quita bancaria, se ha topado ya con la previsible réplica del resto de la Unión Europea. Para empezar, Grecia podría quedarse sin recibir los 8.000 millones de euros que espera desde junio, correspondientes al sexto tramo del rescate acordado el pasado año.

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Imanol INTZIARTE | DONOSTIA

Las presiones al presidente griego para que recule en su anuncio de organizar un referéndum respecto al segundo plan de rescate no han hecho sino comenzar. Yorgos Papandreu fue ayer convocado a Cannes para una reunión con el presidente francés Nicolas Sarkozy, la canciller alemana Angela Merkel, y los responsables del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde; de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso; del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.

La cita no había terminado al cierre de esta edición. Los mismos convidados, pero sin Papandreu, habían celebrado con antelación un cónclave preparatorio. Y al mismo tiempo se filtraba que la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) sopesan congelar la concesión del sexto tramo del primer rescate, 8.000 millones si continúa adelante la celebración del referéndum.

«Es un asunto que tendrá que abordarse», indicaron fuentes comunitarias a la agencia Efe. Los ministros de Finanzas de la Eurozona tienen previsto pronunciarse el próximo lunes.

El anuncio del Gobierno griego de consultar a la población ha puesto patas arriba la cumbre del G-20, que arranca hoy en Cannes y que reúne a los dirigentes de los países más industrializados y de las economías emergentes.

Sarkozy, que ejerce de anfitrión, ha convocado para esta mañana a los líderes de la eurozona presentes en esta cumbre: el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero; el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi; además de Durao Barroso y Van Rompuy.

La canciller alemana tiene a esa misma hora una cita con el presidente estadounidense, Barack Obama, por lo que acudirá al encuentro su ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble.

Las declaraciones a lo largo de la jornada tuvieron tintes de ultimátum. Por ejemplo, el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso, dijo que «sin el acuerdo de Grecia con la UE y el FMI, las condiciones para los ciudadanos griegos serán mucho más dolorosas, sobre todo para los más vulnerables. Las consecuencias son imposibles de predecir».

Desde el Gobierno alemán, Angela Merkel reclamó «claridad» al Ejecutivo heleno, mientras que su portavoz, Steffen Seibert, criticó que Papandreu no hubiese avisado por adelantado al resto de estados de la UE de su intención de anunciar la convocatoria de un plebiscito. «Lo que se decide en una capital europea tiene repercusiones en todos los países, porque todos están ligados», agregó.

Permanencer o no en el euro

Más contundente fue si cabe el primer ministro francés, François Fillon, quien lamentó «ese anuncio tomado de manera unilateral sobre un problema que compromete a todos los socios de Grecia», e instó a los griegos a que digan «rápido y sin ambigüedad si quieren conservar su lugar en la zona euro. Quiero recordar a la población europea y a la griega que no se puede estar en Europa para beneficiarse de su solidaridad y fuera de ella para saltarse las obligaciones».

El portavoz del Gobierno de Atenas, Angelos Tolkas, aclaró que en la consulta a la ciudadanía se preguntará sobre el plan de rescate, no sobre la permanencia dentro del euro. El ministro de Interior, Haris Kastanidis, explicó que el referéndum podría celebrarse en diciembre.

El Ejecutivo respalda la convocatoria. Si bien algunos ministros abandonaron el martes por la noche la reunión del Gabinete en desacuerdo con la propuesta, han anunciado que respaldarán al primer ministro en la moción de confianza a la que se someterá mañana.

Y es que Papandreu tiene abierto otro frente en su propia casa, donde ayer comenzó el debate parlamentario previo a esa votación. Papandréu deberá de obtener un mínimo de 151 respaldos y su grupo parlamentario cuenta con 152 diputados, tras las ocho «deserciones» habidas por descuerdos con su política desde que ganó las elecciones hace 25 meses.

El líder del principal partido de la oposición (Nueva Democracia), el conservador Antonis Samarás, tachó el anuncio del referéndum de «acto de máxima irresponsabilidad que va más allá del pánico en que se encuentra el Gobierno» y llamó a «expulsar todos juntos a un Gobierno inepto y no permitir al primer ministro que arrastre al país al abismo».

Una cumbre «caliente»

Con todos estos ingredientes, más las cumbres paralelas de empresarios, sindicatos y jóvenes, y las protestas de colectivos antiglobalización, se prevén dos jornadas «calientes» en Cannes. Unas 12.000 agentes, entre policías, gendarmes y militares -incluidos un centenar largo de artificieros- integran el dispositivo de seguridad para las entre 12.000 y 15.000 personas que se desplazarán hasta la Costa Azul para este evento.

Nikos Megrelis: «El enemigo real son los mercados, porque ellos deciden»

El periodista y cineasta griego Nikos Megrelis, que dirige el canal por satélite de la televisión pública griega, tiene claro quién es el responsable de la grave situación que está atravesando su país y dónde hay que atajar el problema. «El enemigo real son los mercados, porque ellos deciden, sea donde sea, cuánto tiene que pagar cada Estado y cuánto cada ciudadano -asegura-. Ése es el problema principal y si realmente Europa no lo enfrenta no va a encontrar una solución». Está convencido de que «no hay salida, y si alguien dice que hay solución, está mintiendo, porque no se puede decir que las cosas van a mejorar de un día para otro».

Megrelis, que recibió a GARA la víspera de que el anuncio del presidente griego, Yorgos Papandreu, de someter a referendo el plan de rescate de la Unión Europea hiciera temblar a la zona euro y a su propio Gobierno, no tiene ninguna duda de que «los griegos ya hemos pagado, suficientemente y desde hace mucho tiempo, la crisis y todavía sufrimos sus consecuencias, más de lo que nos corresponde. Y no sólo por las pérdidas económicas y los problemas relacionados con los gobiernos griegos -añade- sino también por los derivados de las instituciones europeas». En su opinión, es demasiado pronto para saber «cuál va a ser la salida a la crisis, no sólo para los griegos sino para Europa», al margen de las decisiones tomadas en la cumbre de Bruselas la semana pasada más para ayudar a los acreedores de Grecia que a sus ciudadanos.

«Necesitamos trabajar mucho para salir de esta situación, hacer cambios drásticos, pero conservando, evidentemente, nuestra calidad de vida y nuestra dignidad», subraya Megrelis, quien no descarta que el objetivo de esta crisis sea desmantelar el estado de bienestar europeo.

En cualquier caso, aunque no niega la responsabilidad del Ejecutivo griego, ahora en manos del PASOK, «culpable por no haber afrontado el problema y sus consecuencias en estos últimos años», recuerda que los socialdemócratas llevan sólo dos años en el poder, por lo que la responsabilidad es también del Partido Conservador, que gobernó los cuatro años previos, y de los ejecutivos anteriores que no tomaron las medidas adecuadas en el momento preciso. Pero, además, subraya que «los políticos no caen del cielo, alguien les vota, por eso la responsabilidad tiene que ser compartida».

De todas formas, Megrelis destaca que no se trata de un problema político sino de «una crisis del sistema económico global, de Europa y del mundo, y no sólo de Grecia». Mirari ISASI

Sindicatos y patronales presentan sus propuestas antes de iniciarse el G-20

Representantes patronales y sindicales de los países del G-20 se reunieron ayer en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para presentarle sus propuestas con vistas a la cumbre que comienza hoy en Cannes. Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional (CSI), subrayó que la prioridad para afrontar la crisis pasa por la creación de empleo de calidad y no por una mayor especulación financiera.

Desde la Confederación Europea de Sindicatos (CES), su máxima representante, Bernadette Ségol, defendió la puesta en marcha de «un nuevo plan Marshall» para fomentar el crecimiento y el empleo, y reclamó «el fin de la austeridad sincronizada en Europa».

Por su parte, los representantes patronales presentaron una lista de 46 recomendaciones en la que abogan, entre otras medidas, por una mayor flexibilidad laboral para generar empleo. Además, reclamaron una reforma del sistema monetario internacional que pase por un dispositivo de cambios «flexible» y «multipolar». GARA

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