La izquierda abertzale exigió ayer la paralización de las obras del TAV en Nafarroa y solicitó un debate abierto y participativo antes de acometer la mayor infraestructura nunca antes realizada en el herrialde. Una obra que va a suponer un desembolso mínimo de mil millones de euros a cargo del Ejecutivo navarro, tal como se recoge en el informe elaborado por la Fundación Sustrai Erakuntza.

En una rueda de prensa, el portavoz abertzale Txelui Moreno recordó que el proyecto, que ha comenzado a tomar forma entre las localidades de Cadreita y Alesbes, no es económicamente rentable, y subrayó que la construcción de la infraestructura supondrá un «enorme derroche de recursos públicos» del que sólo se beneficiará «una minoría».

Asimismo, Moreno explicó que en los presupuestos forales del año 2012 el Gobierno de Barcina ha reservado una partida de 134 millones de euros para financiar la construcción del TAV en Nafarroa.

Esta cifra, ocho veces superior a la prevista para sufragar el gasto previsto para la concesión de la renta básica, multiplica por seis la suma de las partidas correspondientes a Euskarabidea -2,3 millones-, al Instituto de Igualdad y Familia -14,2 millones- y al Instituto de Salud Laboral -4 millones-.

A este respecto, el dirigente abertzale criticó que mientras desde el Gobierno de Iruñea se anuncia un recorte del 3% en los presupuestos forales, Barcina aumenta la partida presupuestaria del Departamento de Fomento y Vivienda, en manos de Anai Astiz, en un 4,14%.

Solidaridad y apoyo

Por otra parte, durante su intervención, Moreno mostró su solidaridad y apoyo con las tres personas detenidas por los tartazos a la presidenta foral, Yolanda Barcina. «Quien comete el delito es quien dilapida los recursos públicos, quien expolia el territorio y quien impone autoritariamente sus proyectos», añadió el portavoz independentista.