(...) nuestra actividad en las instituciones del Estado no es un fin en sí misma, sino una etapa transitoria, coyuntural, dentro de una hoja de ruta hacia el reconocimiento del ámbito vasco de decisión. (...) Son tres los ámbitos de actuación de la coalición en esas instituciones, y en el Estado.

Hay aquí abierta, más que nunca, una clara confrontación entre ámbitos de decisión, el impuesto por unas reglas de juego trampa y los emergentes en clave escrupulosamente democrática. Somos conscientes de la negación de estos últimos que supone el corsé constitucional, así como de la imposibilidad, en un tiempo razonable, de conseguir un cambio constitucional en el Estado por la vía de la matemática parlamentaria en las Cortes. Lo decimos claro, no apostamos por esa vía, sino por la del fortalecimiento de las posiciones soberanistas hacia una confrontación democrática con el Estado. Como dijera el precursor de la teoría de la relatividad, no se puede resolver un problema dentro del mismo modo de pensar que lo ha creado. Hay que cambiar el paradigma. El bipartidismo reinante, nunca mejor dicho, en el Estado cree que tiene las respuestas a nuestras preguntas, lo que todavía no quiere entender es que hemos cambiado las preguntas.

Por otro lado, el nuevo tiempo exige avanzar hacia la paz y hacia la normalización política. El camino está abierto, pero necesita de una clara voluntad de todas las partes. Es indudable que hay que poner en valor la memoria, la verdad y la justicia, por supuesto, pero sobre una visión parcial de las mismas es imposible construir un relato completo. En esta línea, Amaiur hace suyos los contenidos de todos y cada uno de los puntos del Acuerdo de Gernika y de la reciente declaración de Aiete. Y así lo va a trasladar al Estado (...).

Y por otro lado, Amaiur es una apuesta de izquierda. (...) Las medidas que se están tomando en el Estado ante la grave crisis económica, su otra gran crisis, van en sentido contrario al que marca una visión social de la economía basada en la economía real, en el gasto público social y en una redefinición del interés general, entre otras. (...) a Amaiur le corresponde reivindicar en las instituciones del Estado los instrumentos de competencia jurídica que permitan a las instituciones y a los agentes socio-económicos vascos establecer políticas soberanas, tan soberanas como las de los Estados actuales. Pero también en esto estamos dispuestos a buscar complicidades con los agentes activos de izquierda en el Estado. Al fin y al cabo ser de izquierda es ser solidario, cada ámbito con sus instrumentos y su decisión.