Visita al Real Madrid
A por el más difícil todavía
Osasuna se planta en el Santiago Bernabéu con una convocatoria de circunstancias. Kike Sola se suma a última hora al parte de bajas, que se eleva a nueve. José Luis Mendilibar viaja a Madrid con tres jugadores del Promesas, Satrustegi, Marcos y Manu.
Amaia U. LASAGABASTER
Exceptuando la visita al Camp Noy, y buena fe de ello que puede dar Osasuna, es difícilmente imaginable un encuentro más complicado que el que puede plantear el Real Madrid en su estadio. Los merengues acostumbran a jugar con los números, elevándolos a la enésima potencia, ya se trate de goles, puntos, títulos o fichas galácticas. El problema es que, buscando el más difícil todavía, Osasuna también se suma esta vez al festival de cifras. Problema porque, al contrario de su rival, lo hace de la peor manera, superpoblando la lista de bajas.
Por encima incluso de lo que ya se temía la víspera. Porque no sólo Juka Raitala no se recuperó, sino que además Kike Sola se sumó al parte en el último momento por problemas gastrointestinales. Con el delantero, la lista de ausencias ascendía a nueve y, teniendo en cuenta que entre los disponibles se encontraban tres porteros, José Luis Mendilibar tuvo que echar mano finalmente de tres futbolistas del filial. Eneko Satrustegi, Marcos López y Manu Omwu estarán hoy en el Santiago Bernabéu, e incluso es previsible que el lateral, que ya realizó la pretemporada con el primer equipo, forme parte del equipo titular. Un once difícil de discernir, pese a que no haya excesivas alternativas, o precisamente por eso pero que, con las ausencias de Marc Bertrán, Sergio y Raitala no podrá asemejarse al de las tres últimas jornadas.
Un once con el que toca jugar en un estadio inexpugnable, en el que prácticamente no hay un sólo dato que invite al optimismo. Quizá que cinco de los seis goles que ha encajado hasta ahora el Real Madrid se los han hecho en el Santiago Bernabéu, pero como no han servido para rascar un solo punto, tampoco resulta especialmente significativo. Y es que por mucha etiqueta antifutbolística que le cuelguen a Jose Mourinho, su equipo ha anotado ya 32 goles -la media en el Bernabéu ronda los cuatro por partido-: casi el triple de los que, por ejemplo, ha marcado Osasuna.
Sin excusas
Pero ni la vida ni el fútbol se miden exclusivamente con números. Y por eso, y también porque le toca, José Luis Mendilibar no quiere ni buscar excusas en el extensísimo parte de bajas, ni llorar en exceso por el potencial de su rival. A fin de cuentas, Osasuna ya destronó a un líder la semana pasada.
«¿No queríais gente de la cantera? Pues ya está», ironizaba Mendilibar sobre la inclusión de Satrustegi, Marcos y Manu en la convocatoria. «Los equipos filiales están para estas cosas. Nos ha tocado y qué le vamos a hacer. Tenemos que viajar así y saber que los contratiempos son así. Juegan 14, once titulares y tres cambios, así que ya nos vale. De todos modos, si he elegido a estos tres jugadores del Promesas -dos defensas y un atacante- es porque espero que nos den cosas», aseguró.
En lo que respecta al rival, poco desvelaba Mendilibar de un Real Madrid del que teme «todo. Son los elegidos, son los mejores y tienen un gran entrenador». Pero como David frente a Goliath, «siempre hay opciones» y los rojillos no quieren olvidarlo. «Es problemático sacar algo de allí -insiste Mendi-, pero eso no quiere decir que vayamos con el partido perdido. Hay que intentar hacer un buen trabajo y creer en lo que hacemos. Tenemos que sentirnos bien y salir del terreno de juego satisfechos de lo que hemos hecho. Sin tener que mirar para abajo o escondernos», sentenció.
Mourinho, preocupado
Y si el técnico zaldibartarra habla de las opciones de Osasuna, también lo hace Jose Mourinho. «Osasuna me preocupa -aseguró-. El año pasado ganamos aquí por 1-0 y perdimos por 1-0 allí. En dos partidos, tres puntos y un gol. Es un equipo difícil que ha ganado al líder, lo que significa siempre confianza, autoestima y alegría. Les falta algún jugador, pero no me parece que los sustitutos sean muy diferentes. Es un partido difícil», insistió Mourinho, que recupera a Coentrao y Arbeloa para el choque e incluye a Sahin por primera vez en la lista.
La figura de Jan Urban pervive en el recuerdo de los aficionados rojillos. Pocos han olvidado aquella tarde del 6 de enero de 1991, cuando fue el protagonista del sonrojante 0-4 que endosó Osasuna al Real Madrid. La hazaña del exfutbolista polaco, autor de tres de aquellos tantos, no ha sido olvidada.
«No suelo vivir de la historia, pero recuerdo aquel partido. No cabe duda de que siempre que hay un Real Madrid-Osasuna la gente suele hablar de aquella victoria, que está en la historia del club. Fue uno de los partidos más memorables que ha hecho el equipo», destaca Urban que asegura que, aunque «dejé de jugar al fútbol hace mucho tiempo, la gente se acuerda de ese partido y en muchas ocasiones me lo dicen. Es algo muy bonito. No sé exactamente cuándo ha sido la última vez, pero la gente cuando me ve, lo primero que me dice es `¿Usted es Urban?, aquellos tres goles en el Bernabéu... ¡qué buenos tiempos!'».
El propio exjugador lo considera un «premio» a su carrera. «Jugué en la Liga polaca ocho años -recuerda-. Jugaba de medio izquierdo y marqué bastantes goles, cerca de 80, pero nunca un hat-trick. Llegué a Osasuna y Pedro Mari Zabalza me dijo que me quería de delantero. De la noche al día tuve que cambiar de puesto !y marqué tres goles en un campo histórico, fuera de casa, contra uno de los mejores equipos del mundo! Fue para mí como un premio para toda mi carrera deportiva. Lo considero así».
Urban, por otro lado, ve casi imposible que Osasuna repita hoy la historia. «No veo ninguna posibilidad. Hoy en día el Madrid es mucho más fuerte que en aquella ocasión. Y Osasuna creo que está bien, pero en casa. Fuera no le salen tan bien las cosas».