Derrota en el Nou Congost de Manresa
¿Habrá sido cosa del jet lag?
Los hombres de negro tuvieron que remontar después de un primer cuarto de 29-9. Fisher y Mavroeidis sostuvieron a un Bilbao Basket espeso, pero cedieron ante el temple de su ex compañero Javi Rodríguez.
MANRESA 81
BIZKAIA BILBAO BASKET 73
Arnaitz GORRITI
Es cierto que 48 horas entre partido y partido, con un viaje en avión entre medias, es poco tiempo para un Bizkaia Bilbao Basket todavía no muy acostumbrado a este trajín de choques y desplazamientos. No obstante, nada explica un primer cuarto tan ridículo como el que protagonizaron ayer los hombres de negro en el Pavelló Nou Congost de Manresa. El 29-9 del primer período resultó un golpe tan brutal que, a pesar de la posterior remontada bilbaina, pesó en exceso en la suerte de un partido que acabó con otra derrota bilbaina lejos de casa.
El conjunto vizcaino fue una caricatura de sí mismo en esos 10 minutos iniciales, donde cuajó un parcial horrible. Se dejó 10 de los 18 balones que perdería en todo el encuentro; se obcecaba con un lanzamiento triple que se negaba a entrar; dio todas las facilidades a Doellmann y, además, a veces pareció que tampoco le importaba perder.
Una losa demasiado pesada que, tras el primer receso, había que levantar como diera lugar. Y ante el atolondramiento de Mumbrú -que se ganó una técnica en ese fatídico primer período-, López o Hervelle, y las faltas de Fischer y Jackson, debió ser Mavroeidis quien asumiera las riendas de la remontada bilbaina. El pívot heleno rebañó todos los rebotes del mundo y anotó casi en cada ocasión, aparte de forzar multitud de faltas, con el consiguiente viaje a la línea de tiros libres.
Gracias a la labor de Mavroeidis, unido al pésimo porcentual de tiro del cuadro catalán, que se empeñó en tirar de tres sin acierto ninguno, Bilbao Basket llegaba vivo al descanso: 42-34.
La hora del «chino» Rodríguez
Con la reanudación, Bilbao Basket empezó a atinar desde lejos, de la mano de Mumbrú y Vasileiadis, hasta el punto que se puso a tres puntos de la escuadra del Bagés.
Pero Landry anotó 8 puntos seguidos, con dos triples incluidos, impidiendo que los de Katsikaris consumaran la remontada. Al arranque del alero estadounidense del Manresa, se le unieron dos ex bilbainos, Montañez y sobre todo Javi Rodríguez, que hicieron suyo el tempo del partido. El de Porriño se hizo amo del duelo a base de asistir, rebotear... y hasta anotar, impidiendo que el duelo se alocara ni se jugara al ritmo que más les convenía a Jackson o Raül López. De su mano, la defensa manresana mejoró, y lograba abrir brecha otra vez, hasta un 64-51 peligroso.
Sin embargo, los hombres de negro no querían darse por vencidos. Vasileiadis y Banic se mostraban acertados de cara al aro, al igual que un Josh Fisher que tiene en el Nou Congost su pabellón talismán, puesto que siempre juega bien en la cancha catalana. Fruto del dominio reboteador bilbaino, la escuadra visitante volvió a apretar el marcador, 69-63.
Era el momento clave del duelo, y fruto de los nervios ambos equipos rivalizaron en errores. Al final, el Manresa sacó petróleo de sendos triples de sus pívots Asselin y Doellman. Tras varias faltas a la desesperada, los del Bagés cerraron el duelo desde la línea de tiros libres.
Como era de esperar, Fotis Katsikaris estaba bastante enojado por el duelo de Manresa. Tras una mala puesta en escena, alabó el «esfuerzo» de los suyos para remontar, aunque se quedara incompleta. Finalmente, tuvo cierta amargura respecto a la actuación arbitral.
«Nos ha costado mucho el primer cuarto. Salimos sin concentración, con mucha prisa... Manresa lo ha aprovechado muy bien y ha metido 18 puntos de contraataque. Era difícil reaccionar, porque estábamos muy cansados y no hemos podido entrenar y preparar el partido como queríamos, pero hemos hecho un esfuerzo tremendo. En la segunda parte hemos estado cerca, pero tuvimos mala suerte en algunas bandejas o rebotes. Al final, el Manresa ha controlado el partido y el marcador», declaró.
Por último, Katsikaris pidió algo de «respeto» a los árbitros. «No perdimos por los árbitros, por supuesto. Pero espero que nos respeten un poco más. Sólo lanzamos un tiro libre en la segunda parte, a pesar de que hubo muchos contactos. Es normal, ya que nosotros jugamos igual, pero el criterio no fue el mismo». A. G.
Bizkaia Bilbao Basket se obligó a sí mismo a realizar una enorme remontada, que además quedaría incompleta. El base manresano y ex «hombre de negro» Javi Rodríguez la impidió, merced a controlar como nadie el ritmo de duelo.