Tres horas y media bien aprovechadas resultan suficientes para plasmar la verdadera dimensión musical de George Harrison, tanto como guitarrista como compositor. Desde sus comienzos en los tiempos del skiffle, cuando trasladaba al gusto inglés clásicos instrumentales del rock and roll al estilo de «Raunchy», el documental sigue la carrera de George paso a paso. Se detiene en momentos claves, con la incorporación de la guitarra Rickenbaker o del sitar, demostrando que era el responsable técnico del sonido de los Beatles y todo un innovador, hasta que encontró su sello definitivo en el característico toque de steel guitar, que le acompañaría en su etapa en solitario.

La culminación de tan brillante trayectoria es reseñada con la llegada del supergrupo Travelling Wilburys, completado por Bob Dylan, Tom Petty, Roy Orbinson y Jeff Lyne. En medio queda también su experiencia cinematográfica al fundar la productora Handmade Films para sacar adelante «La vida de Brian». Terry Gilliam y Eric Idle dan cuenta de ello.

La participación como productora de la viuda del músico Olivia Harrison obliga también a tocar su lado personal, y en especial su vena mística. Se hace hincapié en sus viajes a la India, en su seguimiento del gurú Maharishi, así como en su integración dentro del movimiento Hare Krishna. Una influencia cristalizada en el Concierto por Bangladesh, el primer gran evento musical con fines solidarios de la historia. Guste o no guste, el orientalismo formó parte de su música.