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Imanol Intziarte Periodista

«Ya están aquí los pesados de siempre»

Era el 23 de junio de 1992, víspera de San Juan. Una noche para saltar las hogueras. Pero desde primera hora de la mañana en Donostia caían chuzos de punta. Fue levantar la persiana y ver la regata desbordada. Una llamada telefónica que no recibió respuesta. Preocupación, botas, chubasquero... y camino de la plaza. Impresionante. El agua había cogido más de dos metros y medio de altura. El padre y la madre de quien esto suscribe tuvieron que huir por el tejado, rompiendo la uralita con una vara de hierro. No fue la primera ni la última, pero sí la peor que uno recuerde.

La tienda de comestibles se fue, literalmente, a la mierda. En la calle Igentea, en el Ayuntamiento, todo el mundo se hacía el loco. Gobierno y oposición. El único que abrió las puertas de su despacho fue el difunto Gregorio Ordóñez (PP), aunque no pasó de las buenas palabras y las vagas promesas. El resto, ni eso. Ahora muchos abren la boca como si la gente fuera idiota y no tuviera ni memoria ni criterio, como si no supiera cuáles son las competencias de cada administración y qué ha hecho cada cual. Para cobrar una pírrica indemnización hubo que dar más vueltas que una noria. Los papeles se «perdían». Claro, es que es Herrera, un barrio que no sale en las postales. Como Txomin Enea, como Martutene, como Ergobia, como tantos otros lugares de este país...

La raíz del problema radica en la ineptitud, por no ponernos a malas y llamarlo avaricia, de quienes sólo piensan en los «beneficios» del hormigón. El agua busca su camino y se terminan creando cuellos de botella que, ¿casualidad?, coinciden con las zonas más abandonadas, donde ni siquiera se realizan las tareas mínimas de acondicionamiento. Asociaciones vecinales y grupos ecologistas levantan la voz, advierten, protestan, reclaman... «Ya están aquí los pesados de siempre», escuchan como respuesta antes de ser tachados de querer frenar el «progreso». ¿Y a mí qué me importa, si yo vivo en una zona segura? Claro, para algunas cosas sí hay urgencias y millones de euros. Para otras ni lo uno ni lo otro.

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