Reaparición
David Merino no descarta poder disputar el Parejas
El zaguero de Villar de Torre regresa a las canchas en Soraluze tras superar el síndrome Guillain-Barré.
Jon ORMAZABAL
Para lo bueno y para lo malo, todo en la carrera de David Merino ha discurrido extraordinariamente rápido. Con apenas tres meses de profesionalismo, el zaguero de Villar de Torre no sólo se hizo con un puesto de titular en el Parejas del año pasado, sino que incluso le tocó llevar, con éxito, el peso de una pareja que compartía con todo un Juan Martínez de Irujo. Sin embargo, casi con la misma celeridad, todo dio un desagradable y preocupante vuelco cuando, a comienzos de setiembre, le diagnosticaron que sufría el «síndrome Guillain-Barré», un trastorno neurológico que ponía en peligro muchísimo más que su participación en la feria de San Mateo. Afortunadamente, su recuperación también ha sido fugaz, mucho más rápida de lo esperado, y vuelve hoy a las canchas en Soraluze, con el firme propósito de luchar por un puesto en el campeonato que lo encumbró el año pasado.
La entidad -con Gonzalez como delantero se enfrentará a Aritz Lasa y Laskurain- y el compromiso -será televisado en directo por ETB- del estelar programado por Aspe para su vuelta apenas tres meses después de jugar su último partido en Aste Nagusia de Bilbo ya era una buena pista sobre su estado físico actual. Pero escuchar de sus labios que no descarta jugar el Parejas es, sin duda, la mejor prueba de que la recuperación de David Merino es plena. «La verdad es que hace dos meses no pensaba en otra cosa que en recuperarme. Lo único que quería era volver a andar y a jugar. No pensaba que podría estar de vuelta tan pronto pero tuve la suerte de recuperarme bien y ahora es cuando te lo empiezas a plantear», señaló a GARA el zaguero de Villar de Torre.
Aunque no se lo haya fijado como un objetivo claro, David Merino quiere aprovechar este mes que queda hasta el comienzo del Parejas para apurar sus opciones. «Quiero ver cómo estoy. Está complicado porque los compañeros que pueden jugarlo están en un gran nivel, desde luego mejor que yo, que llevo dos meses parado, pero quiero ponerme a su altura y que la empresa tenga dudas en quién elegir. De momento no creo que haya nada decidido», agregó.
Un gran susto
De esta forma, el joven zaguero riojano deja atrás un calvario que comenzó con lo que parecía una simple gastroenteritis y que terminó evolucionando en un trastorno neurológico por el que fue ingresado al ser incapaz incluso de caminar y por el que perdió mucha masa muscular. «Ahora estoy con ganas de empezar porque la enfermedad no es de buen gusto, pero he vuelto antes de lo que se decía, que me hablaban de medio año o un año. Físicamente me encuentro muy bien, un poco desencanchado porque es mucho tiempo sin jugar pero con ganas y fuerte», señaló el de Villar de Torre.
Con sus momentos complicados, el proceso de recuperación ha sido más corto de lo esperado y, según Merino II, gran parte del mérito lo han tenido un Joaquín Plaza «que siempre ha estado ahí, en los entrenamientos, el gimnasio y cuando estaba en la piscina» y el médico Txema Urrutia, que acertó enseguida en el diagnóstico y que ha estado muy encima de su evolución.
«Cuando salí del hospital ya podía nadar, pero tenía un dolor de cabeza fuerte por la punción lumbar que me hicieron. Tuve que estar dos semanas tumbado en casa sin poder moverme y luego empecé la rehabilitación, primero tranquilo y luego ya haciendo físico con los compañeros», hasta el día de volver a vestirse de blanco.
«Es como un debut tras tanto tiempo parado, pero igual hasta peor porque en el debut estuve jugando hasta la semana anterior y ahora son dos meses sin hacerlo. Tengo dudas de cómo jugaré, pero también muchas ganas por volver».