Amaiur mira alto y se ha puesto como meta romper con la tradicional hegemonía de la derecha en Nafarroa. Ayer reivindicó el voto útil de la gente de izquierdas y soberanistas. A juicio de la coalición, para confrontar de tú a tú con UPN-PP, «la izquierda no puede permitirse el lujo de dispersar su voto». En este sentido, como la fuerza con más apoyo en los sondeos, Amaiur llamó a un frente común de la izquierda en Nafarroa y se reivindicó como «el embrión del Frente Popular del siglo XXI».

«Lo que hace que, elección tras elección, UPN-PP se hagan con la representación mayoritaria de Nafarroa en las instituciones es la división de las fuerzas de izquierda. Ha llegado el momento de acabar con esta situación», afirmaron Maite Iturre y Sabino Cuadra, candidatos al Senado y al Congreso por Amaiur.

En una rueda de prensa con los principales líderes de las fuerzas que se han unido en Amaiur, los candidatos afirmaron que la unidad de izquierdas es algo que demanda la sociedad y que prueba de ello es la acción coordinada contra los recortes en sanidad y educación, que ha desembocado en manifestaciones de miles de personas en las últimas semanas.

Sostienen que la unión de toda la izquierda navarra es «un clamor popular» y que aglutinarla constituye la razón de ser de Amaiur. Además, esta unión tendría el potencial de desbancar a quienes han gobernado Nafarroa «no solo en los 40 años de la reforma, sino también en los 40 de franquismo».

La unión entre distintos que se ha dado en Amaiur, según explicaron, pivota sobre dos factores: abordar definitivamente un proceso que conduzca a la paz y a la normalización política, y encarar la crisis económica garantizando el empleo y el bienestar social. En este sentido, remarcaron la importancia del momento histórico actual y resaltaron «que no es sólo el momento de unir fuerzas sino el de no subrayar las presuntas o las hipotéticas diferencias, porque eso va a suponer y ya está suponiendo ayudar simplemente a la derecha».

Cuadra e Iturre aseguraron que los únicos que han visto el potencial de Amaiur de «crear una nueva situación política» han sido UPN y PP, que -como han dicho públicamente- han unido sus fuerzas para frenar el empuje de la joven coalición. Por ello, «frente a la derecha de la corrupción y de los recortes, la verdadera utilidad del voto abertzale, progresista y de izquierda está en Amaiur».

Adversarios, no enemigos

En Bilbo, los cabezas de lista al Congreso y Senado, Iñaki Antigüedad y Jonathan Martínez, comparecieron en rueda de prensa para confesar ante la opinión pública su preocupación por «los mensajes y la actitud» que ha marcado en la última semana la campaña del PNV, «que ha buscado una y otra vez un enemigo» en la coalición soberanista de izquierda. «Es sorprendente que en una campaña electoral busquen enemigos donde en todo caso hay adversarios», resaltó Antigüedad.

Los candidatos atribuyeron la agresividad jelkide hacia su oferta al «nerviosismo que se vive en Sabin Etxea, nuevamente más preocupados por los resultados electorales del 20 de noviembre que del futuro de Euskal Herria». Animaron a los burukides a que aparquen por unos días los sondeos pre-electorales y pregunten a sus bases, para saber por boca de ellas que «el único enemigo de los abertzales en Bizkaia es el Estado español, que niega sistemáticamente los derechos de este pueblo y no Amaiur».

Aclararon a los dirigentes jeltzales que «Amaiur no nació para confrontar con el PNV, no fue nuestro objetivo ni lo es hoy. Desde el primer momento tendimos la mano al PNV para unidos, presentarnos como país ante un Estado que niega nuestra existencia. Recibimos un `no' por respuesta -precisaron en sus intervenciones Martínez y Antigüedad- pero desde Amaiur sigue tendida la mano para trabajar conjuntamente a favor del derecho a decidir y del reconocimiento de Euskal Herria».

Antes de esta comparecencia, Antigüedad acudió al Forum Europa-Tribuna Euskadi, donde manifestó que para la coalición de la que es cabeza de cartel en Bizkaia es «más prioritario» el número de votos que el de escaños en el Congreso y en el Senado, instituciones que pretenden «aprovechar». «Vamos a estar en Madrid cuando haya que estar, la presencia será mayor o menor pero en cualquier caso activa», puntualizó.

El candidato vizcaino -que acudió acompañado por Rafa Larreina, Aritz Romeo y Maite Aristegi- señaló en el desayuno celebrado en un céntrico hotel de Bilbo que pretenden plantear «una estrategia no encaminada a ganar vía votos, porque pasarán varias glaciaciones antes que en el Estado la periferia soberanista pueda ganar en votos», aunque apostilló que «si es importante ganar complicidades con gente de la izquierda, del soberanismo periférico en el Estado de cara a llegar a una confrontación de proyectos, que no supone liarse a hostias».

A su vez, Rafa Larreina reivindicó que «este país pueda tener todas las herramientas que tenga el Estado español, porque si el Estado es bueno para los españoles o para los franceses, por qué va a ser malo para la ciudadanía de este país». Asimismo, precisó que a los soberanistas e independentistas de izquierdas les preocupa «mucho» la situación del Estado español, no sólo por «solidaridad intereuropea, sino porque nos influye mucho» a los vascos.

El candidato por Gipuzkoa opinó que la crisis es «fruto de una transición inacabada», ya que el problema de endeudamiento y «debilidad económica es fruto de una decisión de, para intentar anular las ansias de autogobierno de Catalunya, Galicia y Euskal Herria, poner en marcha el estado de las autonomías, del café para todos».