La múltiple agresión protagonizada por un joven, identificado con las iniciales B.A.K. en la calle Zabalbide, donde acuchilló a siete personas, causándo la muerte al vecino Kepa Mallea Olaetxea, sumió ayer al barrio bilbaino de Santutxu en la consternación. El detenido, de 31 años de edad, fue trasladado a la Unidad de Siquiatría del Hospital de Basurto.

Los hechos ocurrieron pasadas las 09.30 de la mañana, cuando, según los testimonios de varios testigos, un joven intentó agredir a una pareja a la salida de la estación de metro de la citada calle.

A tenor de la reconstrucción de los hechos que realizaron varios vecinos y comerciantes, así como hosteleros de la zona consultados por GARA, el presunto agresor, un vecino de Barakaldo natural de Irán, habría empujado y amenazado a varias personas con anterioridad en el interior del metro. Una vez en la vía pública, se dirigió a una pareja de unos 30 años de edad y comenzó a increparles. «Sin mediar palabra el agresor golpeó a la chica con la mano y la arrojó al suelo», señalaron testigos a este diario.

«Fue entonces cuando el compañero de la joven se enfrentó al presunto agresor y éste sacó un cuchillo de grandes dimensiones de alrededor 30 centímetros», explicó una clienta de una establecimiento hostelero próximo al lugar de los hechos.

«El agresor se enzarzó con el chico y le asestó varias cuchilladas en las piernas», comentaron los testigos. También su compañera sufrió heridas en el tórax, después de que se abalanzara sobre el detenido para intentar ayudar a su compañero.

Tras herir a ambos, el joven que está arrestado salió corriendo, si bien más adelante un comerciante de la zona intentó detenerle. Aunque en un primer momento consiguió reducirlo parcialmente al golpearle y derribarle con una baldosa, el comerciante resultó herido por una cuchillada en un brazo.

Con apariencia cada vez más nerviosa, según apuntaron los testigos, siguió calle abajo cuando los empleados de un taller le golpearon con una barra y lo arrojaron al suelo. «En el suelo, y al verse acorralado, montó en cólera y fue directo al bar situado al otro lado de la calle», explicaron transeúntes de la zona. Antes de llegar al local, no obstante, el individuo agredió a otra chica.

«Nadie pudo pararle porque estaba fuera de sí, cuchillo en mano y corriendo como un loco», recordaron todavía con la piel de gallina algunos de los que presenciaron el trágico momento. «La gente hu yó despavorida para refugiarse en los establecimientos de la zona».

En el bar Errota Berri se produjeron los hechos más graves. Allí acuchilló varias veces a Kepa Mallea Olaetxea, de 65 años, y le causó lesiones mortales. Los efectivos sanitarios desplazados hasta el lugar no pudieron salvarle la vida.

En el mismo local, además, resultaron heridos un empleado y una clienta. El resto de personas que se hallaban en el bar se refugiaron en los baños y en el almacén para escapar del agresor.

Precisamente, fue en Errota Berri donde fue localizado y detenido por la Policía Municipal de Bilbo, para posteriormente pasar a dependencias de la Ertzaintza.

Los presentes no dudaron en calificar los hechos como «una pesadilla», aunque no durara más de cinco minutos. Los testigos aseguraban haber asistido a unos hechos propios del mundo del celuloide. «Parecía una película, pero ha sido real», comentaron a GARA.

Un conocido maestro

Kepa Mallea Olaetxea era una persona muy conocida en la zona, ya que impartió clases en Karmelo Ikastola de Santutxu y en el centro público Abusu, en el que se jubiló hace unos cinco años.

Mallea era natural de Munitibar, aunque llevaba muchos años viviendo en este barrio bilbaino, donde también impartió clases de euskara.

Vecinos como Tasio Erkizia le describieron como «un noble euskaltzale» aficionado al canto y otros recordaron su apoyo a movimientos socioculturales como el mostrado al firmar el manifiesto «Kukutza bizirik» en favor del gaztetxe derruido en Errekaldeberri.

La actuación del joven iraní, que según los relatos se conducía de forma herrática, ha dejado a otras seis personas heridas. cuatro mujeres y dos hombres.

El presunto agresor, residente en Barakaldo, fue ingresado en la Unidad de Siquiatría del hospital de Basurto bajo custodia policial, según informaron Osakidetza y Lakua.

Una persona se confesaba «desencajada» al ver los hechos y oír los gritos cuando salía de su portal. «Según iba andando, iba viendo heridos, que han sido seis y un muerto; siete en total. Y las puñaladas, han dicho luego que ha dado 200 en total. ¿Al muerto?, a ése el que más», enfatizó.

Los testigos coincidieron en describir la actitud del arrestado como la de una persona perturbada, que «hablaba en voz alta» y «tenía la mirada perdida».

Según algunos de los presentes en el momento de la agresión, gritaba frases como «han matado a mi familia y ahora os voy a matar a todos», «esta vida es una mierda» y «nadie me escucha».

El Ayuntamiento de Bilbo, cuya Junta de Portavoces se reunió ayer con caracter extraordinario y urgente», convocó una concentración para hoy a las 12.00 en las escalinatas de la Casa Consistorial en solidaridad con las víctimas.

Asimismo, la bandera de Bilbo que ondea en la plaza Ernesto Erkoreka estará a media asta durante tres días en señal de duelo.

Declaración institucional

Los grupos con representación en el Ayuntamiento de la capital vasca -PNV, PP, PSE y Bildu- aprobaron por unanimidad una declaración insitucional en la que mostraron «todo el apoyo y solidaridad» a todas las víctimas y familiares de la grave agresión ocurrida a primera hora de la mañana.

En el texto se solidarizaron «especialmente» con los familiares del fallecido Kepa Mallea, al tiempo que desearon «una pronta y total recuperación a las otras seis personas que sufrieron el ataque» del joven arrestado.

El Consistorio también reconoció «la labor y el civismo mostrado por los vecinos del barrio», ya que fueron ellos quienes se enfrentaron al agresor y lo redujeron evitando más agresiones.

«Algunos de los agredidos son personas que se enfrentaron al agresor, e intentaron impedir mas ataques a viandantes», manifestaron desde el Ayuntamiento.

Tras la lectura de la declaración aprobada en la Junta de Portavoces, el alcalde, Iñaki Azkuna, qu estuvo acompañado del consejero de Interior de Lakua, Rodolfo Ares, afirmó que B.A.K. fue llevado a la comisaría de Garellano, pero posteriormente «ha sido cogido por la Ertzaintza en Deusto y también ha sido revisado su estado en el Hospital de Basurto».

Acusación popular

Fuentes municipales aseguraron que el Ayuntamiento «se personará en la causa como acusación popular» en el proceso que se abra y que, además, «colaborará con el Ministerio Fiscal y la familia para que sobre el agresor caiga todo el peso de la ley».

El Consistorio indicó que el joven arrestado no tenía abierta ninguna ficha policial por parte de la Policia Municipal , ni de la Ertzaintza.

El lehendakari Patxi López indicó que «es un día de luto para la sociedad vasca» y transmitió su solidaridad a las familias de las víctimas de la agresión.