Cientos de personas, entre ellos familiares y amigos de Inaxio Uria y representantes políticos de PSE, PNV, PP, EA y Aralar, se concentraron ayer en Azpeitia para recordar el atentado en el que falleció este empresario guipuzcoano hace tres años.

La concentración silenciosa tuvo lugar a las 13.00 en el lugar del atentado, en el exterior de un restaurante próximo a las empresa constructora Altuna y Uría, de la que era copropietario.

El acto se desarrolló durante quince minutos, sin ningún lema, frente al monolito levantado en memoria de Uria, en el que había varios ramos de flores y dos velas encendidas.

Junto a él, en una farola, habían sido colgados los comunicados emitidos durante este tiempo por la familia de Uria, que avisó la semana pasada en su último escrito que no deseaba que acudiera a la concentración de ayer «nadie que no condene, con letras mayúsculas, los atentados terroristas».

Los cinco hijos de Inaxio Uria y sus hermanos estuvieron acompañados por cientos de personas, entre ellas representantes institucionales del Gobierno de Lakua como los consejeros de Sanidad y Transportes, Iñaki Arriola y Rafael Bengoa, y el viceconsejero de Seguridad, Miguel Buen.

La presidenta del Parlamento de Gasteiz, Arantza Quiroga, también acudió a Azpeitia, al igual que representantes del mundo empresarial, entre ellos la secretaria general de Confebask, Nuria López de Guereñu, y el presidente y el secretario general de Adegi, Eduardo Zubiaurre y José Miguel Ayerza.

El presidente del PNV en Gipuzkoa, Joseba Egibar; el portavoz del PP en el Parlamento de Gasteiz, Leopoldo Barreda; la parlamentaria de Aralar Aintzane Ezenarro; el secretario general de EA, Peio Urizar; y el diputado electo de Amaiur Rafa Larreina formaron la representación política.