Se confirma en Egipto el avance de los islamistas con más del 60% de los votos
Los primeros resultados parciales de las elecciones parlamentarias egipcias, que ayer comenzaron a difundirse con cuentagotas, confirman los buenos resultados de los islamistas, que sumarían en torno al 60%. A la cabeza del recuento se sitúa el Partido Libertad y Justicia de los Hermanos Musulmanes, movimiento que volvió a asegurar que representa un Islam «moderado» para tratar de marcar distancias respecto a los salafistas de Al-Nur, que le siguen en número de votos.
GARA |
La suma de los votos logrados por el Partido Libertad y Justicia (PLJ), de los Hermanos Musulmanes, y la formación salafista Al-Nur roza el 60% de los votos, según los primeros datos oficiosos de la primera vuelta de la primera fase de las elecciones legislativas en Egipto, que concluirá pasado mañana, confirmando su arrolladora victoria.
Según los resultados no definitivos ofrecidos a Efe por el portavoz de la Comisión Suprema Electoral, Ali Hassan, el PLJ habría confirmado todos los pronósticos que le situaban como favorito al obtener el 40% de los votos en esta fase de los comicios, que se completarán con otras dos hasta el 11 de enero.
No obstante, ha sido Al-Nur quien ha dado la sorpresa al afianzarse cómodamente en segundo lugar, con cerca del 20% de los votos, fruto de sus excelentes resultados en su bastión de Alejandría y su éxito en El Cairo. Pese a que los analistas situaban el principal vivero de votos de los salafistas en las zonas rurales y el norte del país, la formación liderada por Emad Abdel Gafur ha demostrado ser un fenómeno transversal y muy arraigado en los barrios populares de las ciudades.
En tercer lugar se situaría la coalición Bloque Egipcio, formada por tres partidos liberales y de izquierda, que han conseguido un 15% de las papeletas. Por detrás se ubican el islamista moderado Al-Wasat (una escisión de los Hermanos Musulmanes), con el 6%; el liberal y más antiguo partido egipcio Wafd, con el 5%; la alianza de movimientos juveniles La Revolución Continúa, con el 3%, y el centrista Partido de la Justicia, con el 1%.
Ahora el objetivo del Bloque Egipcio es evitar una victoria arrolladora de los islamistas aprovechando la segunda vuelta de los comicios a la Asamblea Popular (Cámara Baja), que comienzan mañana.
La confusión que envuelve a los resultados se acrecienta con el goteo de informaciones que a título personal ofrecen miembros de la Comisión Electoral, sin que sean validados de forma oficial por las autoridades ni se conozcan las cifras precisas.
Moderados y salafistas
Mientras se van confirmando los datos que habían ido filtrándose, los Hermanos Musulmanes empiezan a marcar las distancias con respecto a los funda- mentalistas islámicos de Al-Nur.
«Los temores son infundados y no tienen nada que ver con la realidad. Nosotros representamos un Islam `centrista' y moderado, nosotros no vamos a imponer nada por la fuerza. El cambio será gradual», declaró Mahmud Ghozlane, portavoz de los Hermanos Musulmanes, que dijo que ese cambio será a nivel político, económico y social, sin dar más detalles, informó AFP.
Ghozlane agregó que «esperamos que la gente sepa distinguir entre los diferentes movimientos y no ponga a todos los islamistas -en referencia a Al-Nur- en el mismo cesto».
Aunque algunas fuentes señalaron que el PLJ había manifestado ya su intención de no pactar con los fundamentalistas, con lo que se descartaría un Gobierno islamista. Sin embargo, Ghozlane simplemente dijo que era «prematuro» hablar de esa cuestión.
El PLJ también ha expresado sus reservas para con algunos candidatos del Bloque Egipcio, que consideran afines al Partido Democrático Nacional de Hosni Mubarak, derrocado en febrero.
Conscientes del apoyo recibido en las urnas, los salafistas han multiplicado sus declaraciones favorables a la instauración de un Islam rigorista.
El dirigente fundamentalista Abdel Monem Chahat aseguró que las novelas del escritor egipcio y el premio Nobel de Literatura Naguib Mahfouz «animaban el vicio porque se refieren a la prostitución y la droga».
Otra personalidad de esta corriente, el candidato independiente Hazem Abu Ismail, consideró que hace falta «crear un clima para facilitar» el porte del velo, y señaló que si es elegido presidente, «no permitirá a un hombre y a una mujer sentarse juntos en un lugar público».
Declaraciones como éstas han provocado fuertes reacciones, sobre todo en las redes sociales, donde se alerta de que se quiere convertir a Egipto en otro Afganistán.
Mientras, el ambiente era sombrío en la plaza Tahrir, ocupada desde hace dos semanas, donde se intenta mantener viva la llama de la revuelta. «Todos aquellos en quienes confiamos nos han traicionado», señaló Mohamed el-Assas, de 25 años de edad.
Como no podía ser de otra forma, el movimiento palestino Hamas e Israel discrepan sobre el resultado de las elecciones egipcias. Mientras Hamas acogió con satisfacción el avance islamista al considerar que significa un apoyo «cada vez más importante a la cuestión palestina», el Estado sionista estimó «muy inquietantes» los datos.