Menos de un año después de asumir el cargo como presidente del PRI, el principal partido de la oposición en México, Humberto Moreira anunció el viernes su dimisión para tratar de lavar la imagen de su partido y que sus esfuerzos por recuperar la Presidencia del país no se vieran amenazados tras haberse visto salpicado por un escándalo de corrupción durante su paso por el gobierno de Coahuila. A Moreira se le relaciona con ciertas irregularidades y manejos dudosos de recursos públicos que dieron como resultado un crecimiento exorbitante de la deuda pública de esa institución y con una presunta falsificación de documentos oficiales.